El próximo 8 de octubre se conmemora el día internacional
Dislexia: “Es un riesgo enorme de perjudicarlo en lo emocional”
Sol Ceballos se refirió a su experiencia personal y su lucha por la inclusión de su hijo.El próximo 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Dislexia. Su objetivo primordial es visibilizar uno de los trastornos de aprendizaje más comunes que afecta a los niños y niñas en edad escolar y que, según la OMS, afecta al 10% de la población.
La dislexia es un trastorno de origen neurobiológico y hereditario. Afecta a diversas áreas de funcionamiento tales como leer y escribir, incidiendo en el rendimiento académico de los niños y adolescentes en edad escolar.
Al respecto, Sol Ceballos, madre de un niño con dislexia, comentó en diálogo con Radio El Esquiú sobre su experiencia personal y su lucha en busca de inclusión para su hijo.
En ese sentido, Sol señaló: “La idea es hacer visible lo invisible, ese es mi gran lema, porque la realidad es que es un trastorno que no se ve, solamente lo sufre el que lo padece. Muchas veces mi hijo me ha dicho ‘nadie me comprende, nadie sabe lo que me pasa, nadie sabe lo que sufro’”.
En su testimonio, narró cómo su hijo, desde el preescolar, manifestaba dificultades en la lectoescritura.
“La diferencia respecto del avance de sus compañeros a lo que él podía hacer en cuanto a la lectoescritura se notaba más, y venía toda la cuestión de burlas”, añadió, destacando el impacto en lo emocional que este tipo de situaciones puede generar.
“Luego pasó a primer grado y ahí se notaba bien que no lograba incorporar la fonética, es decir la decodificación, de lo grafológico al sonido y del sonido a la letra, al dibujo de la letra: no podía relacionar fácilmente cómo sonaba cada letra. Pero estaba dentro de lo normal, lo esperable.
”Es decir, la dislexia no es solamente una dificultad de aprendizaje sino un riesgo enorme de perjudicar (a la persona) en lo emocional, en su autoestima, en su yo puedo, yo quiero aprender. Siempre se lo tira abajo, se le dice que es vago, que no puede, y entonces el chico se lo termina creyendo, eso es lo peor”, subrayó.
Asimismo, Sol dijo que “fue hasta que un docente le detectó una dificultad en la escritura”. “Me dijo: ‘Su hijo es brillante en la oralidad, de buen vocabulario, se expresa bien’. No encontrábamos el diagnóstico, hasta que este docente brillante lo observó. Mi hijo estaba en cuarto grado y él me dijo que mi hijo tenía una dificultad.
”Entonces me contacté con la licenciada Mónica Chávez y en tres sesiones le pudo hacer un diagnóstico. Me dijo que tiene dislexia. Y de ahí empezamos a trabajar para que pueda aprender a leer y escribir a su manera, de una manera diferente a la tradicional, porque de la manera tradicional no iba a aprender nunca. Y a medida que pasaban los años, más solito se quedaba, no quería hacer nada, era una desmotivación a la vida”, afirmó.
Por último, sol dijo: “Es tan grande el tema de no detectar la dislexia, no hacer los ajustes, que repercute en la salud mental del chico. Llegó un momento en que ya no me importaba nada si sabía o no escribir, quería salvar su salud mental, que sea un niño feliz, sano, que se relacione.
”Cuando terminó la primaria, que no sabemos cómo, porque fue un logro total, pasó a la secundaria y entró en la EPET. En la escuela técnica de Tinogasta, la escuela se puso al hombro el tema de inclusión. Realizamos jornadas de capacitaciones para los docentes y se empezó a diseminar el tema de la dislexia en otras escuelas también. Entonces se explicó, entre otras cuestiones, qué es la dislexia y qué ajustes necesita”, aseguró.