“Estamos preparando todo desde hace dos meses, ya que esta fiesta es una celebración central para todos los catamarqueños”, afirma uno de los voluntarios, Emanuel.

 Los servidores marianos invitan a todos, sin límite de edad, a unirse a las actividades previas que ya han comenzado y que continuarán hasta la gran celebración.

El grupo se organiza en cuatro áreas: espiritualidad, actos masivos, guía y sanidad. Actualmente, están enfocados en los sectores de guía y sanidad. “La sanidad se encarga de los primeros auxilios y de ofrecer agua durante las misas”, explica Emanuel a El Esquiú Play. El equipo de guía, por su parte, se ocupa de la orientación de los peregrinos, asegurando que tengan una experiencia segura y enriquecedora durante la festividad.

Con alrededor de 110 integrantes, el grupo busca siempre sumar nuevos miembros. “Nuestro objetivo es mostrar a los jóvenes una faceta diferente de la iglesia, una donde pueden servir y al mismo tiempo disfrutar”, añade.

Edgardo, otro de los jóvenes que se encuentra al servicio, comparte su experiencia personal: “Me uní por recomendación de una compañera. Venía de una situación complicada, pero al unirme a este grupo, encontré un espacio de contención y apoyo. Aquí me siento bien”. Su relato resalta cómo la comunidad se convierte en un refugio en momentos difíciles, brindando apoyo emocional y espiritual.

Emanuel también resalta la importancia del servicio: “Lo que hacemos es en honor a la Madre, y es gratificante ver cómo los chicos vienen, se divierten y encuentran un sentido de pertenencia”.

Cabe mencionar, que los servidores marianos están en constante búsqueda de nuevos voluntarios. Se reúnen en el Salón Vicario Segura, donde invitan a todos a acercarse. “Estamos aquí todos los días, desde la mañana hasta la tarde. También tenemos presencia en redes sociales, donde compartimos información sobre nuestras actividades”, comenta Emanuel.

La organización ya se encuentra en la cuenta regresiva para la festividad. “Este año se espera un aumento significativo de peregrinos, casi el triple en comparación con el año pasado”, asegura Emanuel, lo que subraya la importancia del trabajo que realizan.

La Fiesta de la Virgen del Valle no solo es un evento religioso, sino un momento de unión y celebración para todos los catamarqueños. Con la ayuda de los servidores marianos, la comunidad se prepara para recibir a los peregrinos y ofrecerles una experiencia memorable en honor a la Virgen.

Para aquellos interesados en participar y formar parte de esta noble causa, los servidores marianos están abiertos a recibirlos. 

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