Power Walking: el poder de la caminata

domingo, 3 de noviembre de 2024 01:14
domingo, 3 de noviembre de 2024 01:14

Caminar es la forma de ejercitarse más sencilla que existe. No requiere una técnica sofisticada, es de bajo impacto y puede resultar muy eficaz como actividad aeróbica si nos movemos con conciencia y aceleramos un poco el paso. Es lo que propone el power walking, una técnica para hacer que tu caminata aporte más beneficios a tu salud y te ayude a perder peso.

El power walking es una disciplina aeróbica que consiste en caminar a un ritmo enérgico y sostenido, con una adecuada activación muscular.

Comencemos por explicar qué es el power walking: 

Es una manera de caminar que se adapta al control postural, los cambios de ritmo y la intensidad, entre otros parámetros. Es decir, presenta una estructura que la hace efectiva para quemar grasa corporal y calorías, sin implicar riesgos para la salud. Tiene muchas ventajas si buscas perder peso.

El power walking consiste en caminar con energía o marchar enérgicamente, sumando movimiento a los brazos y manteniendo el abdomen contraído. Es una técnica en la que el control postural cobra muchísima importancia.

El power walking se ha puesto de moda en el último tiempo gracias al creciente cuerpo de investigación que demuestra los beneficios de caminar todos los días a un ritmo acelerado. Es considerado un entrenamiento de intensidad moderada que se usa con fines atléticos y para mejorar la salud y una buena opción para dejar de lado el sedentarismo y comenzar a practicar ejercicio físico de manera regular.

Cualquier persona puede hacer power walking en una amplia variedad de lugares que van desde las calles de la ciudad a una plaza. Ayuda a mejorar el sistema circulatorio, disminuye la presión arterial y baja el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, y mejora de la salud mental y de la calidad del sueño.

Además, las personas que practican power walking suelen tener una expectativa de vida más larga. Los investigadores examinaron los datos y el historial de salud de casi 500,000 adultos y encontraron que quienes hacían estas caminatas enérgicas regularmente tenían probabilidades de vivir entre 13 y 24 años más que aquellos que caminaban a un paso más lento, específicamente a un ritmo menor de 4.8 km/h.

Mejora la salud mental: cualquier actividad física hace que el cerebro libere neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, y estos permiten que tengamos sensaciones placenteras. Tiene muchos beneficios para quienes sufren ansiedad y depresión.

Fortalece y mejora la estabilidad corporal: la caminata rápida tiene impacto en la estabilidad postural, la densidad mineral ósea, el peso y la composición corporal en mujeres mayores de 50 años. Es algo importante porque podría tener un efecto directo en la disminución del riesgo de caídas.

Para optimizar el rendimiento, se debe caminar a un paso algo más veloz que el ritmo normal.

Es fundamental, a su vez, prestar atención a la postura y a la respiración: hay que usar el diafragma. También es ideal, para que el ejercicio resulte más completo, combinar la acción de piernas y pies con el balanceo de brazos.

La caminata a un ritmo veloz quema, aproximadamente, 300 calorías por hora en una persona de alrededor de 70 kilos. Esto implica que si caminas durante 45 minutos 4 veces por semana, puedes perder hasta 8 kilos en un año. Si a esto le sumas una dieta sana y un programa de ejercicios de fuerza, el resultado será un cambio espectacular en tu aspecto y en tu salud.

Errores frecuentes

1)  Levantar mucho los brazos. Si el brazo que va adelante se levanta demasiado, el movimiento se vuelve innecesariamente amplio.

2)  Inclinarse hacia delante. Inconscientemente, muchos nos inclinamos por costumbre postural o por creer que así ganaremos velocidad. Hay que mirar hacia delante y no al suelo.

3)  Brazos abiertos. Se da cuando los brazos cuelgan sueltos a los costados y los pies están muy separados.

4)  Caminar con ropa no preparada para la ocasión no sólo no ayuda, sino que puede generarte problemas. No descuides el calzado. Usa zapatillas que resulten cómodas, que tengan amortiguación y un buen apoyo del arco.

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