Las intensas precipitaciones que se registraron desde pasado el mediodía de ayer en diferentes puntos de la Provincia generaron diversos daños, desde la crecida de ríos, perjuicios en plantaciones de productores de departamentos del oeste y cortes en tramos de algunas rutas.

Un alud y la crecida del río provocaron cortes en dos tramos de la Ruta Provincial 43, que conecta Belén con Antofagasta de la Sierra, como consecuencia de las intensas precipitaciones.

Los cortes se produjeron entre Villa Vil, Belén y El Peñón, Antofagasta de la Sierra, dejando a muchas personas varadas y sin poder retornar a la localidad de Belén.

Desde horas de la mañana, las maquinarias de Vialidad Provincial trabajaron en la zona para despejar la ruta y subsanar los dos cortes sobre la traza de la ruta, con el objeto de restablecer la circulación y comunicación de las personas que vieron obstaculizado el paso.  

El Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta de nivel amarillo por fuertes tormentas para Catamarca y otras 15 provincias para la jornada de ayer. Comprendía la mayoría de los departamentos, y señalaba que “serían afectadas por tormentas, algunas localmente fuertes. Las mismas podrán estar acompañadas principalmente por abundante caída de agua en cortos períodos, ocasional caída de granizo, actividad eléctrica fuerte y ráfagas que pueden superar los 70 km/h”.

También preveía que los valores de precipitación acumulada sean entre el 30 y 45 mm, pudiendo ser superados en forma puntual.
En horas de la tarde, el caudal del río El Tala se incrementó, por lo que alrededor de 15 personas quedaron varadas del lado del camping. Personal de Defensa Civil trabajó en el lugar, realizando tareas de prevención.  

Entre las imágenes que circulaban por redes, la del puente El Mástil, en la localidad de El Rodeo, mostraba la crecida del río El Ambato que aumentó de manera importante el caudal. 

Las fuertes lluvias afectaron también a productores del oeste catamarqueño. Los frutos que se encontraban en pleno proceso de crecimiento fueron cubiertos por el agua, al tiempo que a otros el viento les arrancó los frutales, ocasionando serios daños.