Tras el brote de salmonella en Tinogasta, brindan recomendaciones para evitar el contagio
La bioquímica Daniela Carrizo explicó en La Mañana de El Esquiú cómo prevenir la salmonella y qué medidas tomar para evitar la propagación.En una entrevista con La Mañana de El Esquiú, programa emitido por Radio El Esquiú 95.3, la bioquímica Daniela Carrizo, referente del Laboratorio Central del Ministerio de Salud, brindó información sobre la salmonella y las medidas de prevención ante el brote registrado en Tinogasta.
"La salmonelosis figura como una de las enfermedades transmitidas por alimentos, que conocemos como ETA, más comunes", explicó la especialista. Se trata de una bacteria presente en el ambiente, especialmente en aves de corral y en el huevo. Su ingestión a través de alimentos contaminados puede provocar cuadros de diarrea y vómitos, e incluso fiebre en casos más graves.
Carrizo insistió en que es importante la cocción completa de los alimentos para evitar contagios: "No puede estar la yema todavía líquida, eso de que nos gusta por ahí mojar el pancito en el huevo frito y que la yema esté apenas cuajada es un riesgo". La bacteria muere a temperaturas superiores a 76 grados, por lo que es fundamental cocinar bien el huevo, la carne de ave y evitar el consumo de mayonesa casera elaborada con huevos crudos.
En cuanto a la transmisión, la profesional explicó que la bacteria se propaga "a través de la materia fecal", por lo que el lavado exhaustivo de manos después de ir al baño y antes de manipular alimentos resulta algo fundamental para cortar la cadena de contagio.
Sobre el tratamiento, indicó que la enfermedad es "autolimitada", es decir, los síntomas desaparecen en 48 a 72 horas sin necesidad de antibióticos, salvo en casos excepcionales. "El peligro de la salmonella está en el consumo de alimentos contaminados, pero si tenemos en cuenta la cocción segura, vamos a estar libres de todo riesgo", expresó.
Además, recomendó que quienes sospechen que un alimento podría contener salmonella lo conserven para enviarlo al laboratorio.
Finalmente, concluyó afirmando: “Las buenas prácticas comienzan en la casa”.