El médico infectólogo y epidemiólogo, Hugo Pizzi, alertó sobre el brote de sarampión en Buenos Aires y la preocupante baja en la tasa de vacunación en el país. 

En diálogo Radio El Esquiú 95.3, el especialista expresó: “Es una pena que en pleno siglo XXI todavía estemos hablando de algo que todos creíamos erradicado”. 

En Rusia, el brote comenzó con una niña ruso-argentina que viajó infectada y, al llegar a su hogar, contagió a su hermana, a su padre y a otras personas en su entorno: “De pronto aparecen casi siete casos, inclusive se habla ya de nueve casos allí”. 

En este sentido, señaló que en ese caso se puede seguir el índice de contaminación epidemiológica, a diferencia de Argentina, ya que “en Florencio Varela hay cuatro casos que no sabemos el origen”, tratándose de “una contaminación comunitaria”.

“Es muy preocupante, se evita si están todos vacunados”, sentenció. 

 “Si al principio hubiese sido una persona no vacunada, pero todos alrededor estaban vacunados, el virus que es lo más contagioso que se conoce, pega, choca y no persiste”, explicó y recalcó: “De ahí la maravilla de la inmunización”. 

 La vacuna contra el sarampión es obligatoria y gratuita, aplicándose al año de vida y a los cinco años, no solo la triple viral que protege sarampión, paperas y rubeola, tan importante la rubéola para los embarazadas. 

Seguidamente, Pizzi comentó que pospandemia disminuyó el índice de vacunación. “Las madres nos están fallando. Si uno analiza la región, nosotros estábamos muy arriba del 80%, pero hoy hemos bajado tanto que países que nos veían con envidia tanto en inmunización como alfabetización hoy nos superan, como Chile y Uruguay”, expresó y agregó: “No ayudan las madres. Personas naturistas y otro grupo antivacunas han contribuido a generar desinformación y miedo”.

“El sarampión se enseña aún hoy, en todas las facultades de Medicina, como lo más contagioso en patología infecciosa, o sea, un solo niño enfermo en un aula te contamina, en la jornada escolar, a la maestra y a todos los compañeros”, afirmó y agregó que “sin la vacuna contra el sarampión, desde el año 2000 al 2024 la humanidad por la enfermedad hubiese perdido 60 millones de personas”.

Finalmente, recordó que el sarampión mata con neumonías que son colapsantes y meningoencefalitis, con alto riesgo de mortalidad. “El que está bien vacunado no corre ningún tipo de riesgo”, concluyó.