Olvidados de la Plaza, presentes en la memoria que resiste
En esta entrevista hablaremos de los años 1945, 1953 y 1955, con el historiador Héctor Daniel De Arriba, quien emprendió una tarea rigurosa y conmovedora al reconstruir las historias de vida de las víctimas civiles de tres episodios trágicos de la historia argentina en la Plaza de Mayo. Lejos de limitarse al análisis político o institucional, su libro pone nombre, rostro y biografía a quienes murieron en medio de los enfrentamientos ideológicos que marcaron aquellos años. De Arriba también reflexiona sobre el proceso de investigación, la importancia de la memoria colectiva y su apuesta por una historia que no olvide a los más vulnerables: los que ya no pueden contar su propia historia.
PV: ¿Qué lo motivó a escribir este libro?
Daniel: El motivo esencial, fue saber quiénes fueron en vida, como seres humanos, los dos fallecidos en la madrugada del 18 de octubre de 1945, los 6 muertos en la tarde del 15 de abril de 1953 y las víctimas (casi 200) del jueves 16 de junio de 1955 y días subsiguientes en la tragedia más grande de la historia argentina del siglo XX. Quise sacar del anonimato a las inocentes personas que murieron como consecuencias de los enfrentamientos políticos-ideológicos de esas fechas.
PV: ¿Cómo fue el proceso de investigación?
Daniel: Primero averiguar si había alguna obra específica dedicada a la biografía personal y social de los muertos de octubre de 1945, abril de 1953 y junio hasta agosto de 1955. Al no haberla, me dediqué durante casi 5 años a leer todos los diarios y revistas que se publicaron a posteriori de las fechas investigadas; armar listas de heridos y muertos, muy especialmente con los obituarios y los registros de inhumaciones de los cementerios de la ex Capital Federal y del conurbano bonaerense como de otras provincias argentinas; ayudarme con las redes sociales, para rastrear familiares directos o colaterales y en varios casos obtener sus testimonios orales y documentos familiares y por último consultar el Archivo Nacional de la Memoria -CABA y vía online obtener partidas de defunción. Con todo lo recolectado, armé el esqueleto del libro en 6 capítulos, lo envié a la editorial Dunken –con la cual trabajo desde hace más de 10 años- y esperar las pruebas de galera, aprobarlas y recibir los ejemplares en octubre del 2022.
PV: Su libro aborda tres episodios específicos 1945, 1953 y 1955. ¿Por qué eligió esos momentos y no otros?
Daniel: Elegí esas tres fechas porque no había bibliografía específica sobre las identidades de los fallecidos. Sólo se ha investigado el proceso macro, olvidándose de las personas con vida particular, laboral, familiar, social, estudiantil, empresaria, etc.
PV: ¿Qué significó para usted reconstruir las historias individuales de las víctimas?
Daniel: Un objetivo pensado y logrado, por la memoria de ellos y bajo el concepto de que la historia la hacemos todos, todos los días.
PV: En el caso de Darwin Passaponti, resalta que tuvo mayor recordatorio. ¿Qué rol tuvo el peronismo en la construcción de su memoria?
Daniel: El joven Darwin Ángel Passaponti, murió en la madrugada del 18 de octubre de 1945 cuando se retiraba de la Plaza de Mayo. Otro muchacho también murió, llamado Francisco Ramos, que quedó totalmente en el anonimato. Darwin fue rescatado pues su padre Trento (farmacéutico, escritor) dejó su pensamiento de izquierda y adhirió al peronismo y fue candidato a intendente de la localidad de Moreno-PBA, por esa orientación partidaria. El gral. Perón en la década del 60 le envió a Trento una carta donde le dijo “tu hijo Darwin fue el primer mártir del peronismo”. A raíz de esta frase, el justicialismo tradicional rescató la muerte del joven de 18 años, le levantó un monolito en el lugar donde recibió el balazo en la frente y lo mantuvo como estandarte hasta la actualidad.
PV: El 16 de junio de 1955 dejó casi 200 muertos. ¿Considera que la sociedad argentina ha tomado conciencia del impacto humano de ese bombardeo?
Daniel: El trágico hecho del jueves 16 de junio de 1955, fue ocultado por las autoridades que realizaron el golpe de estado del 16 de septiembre de ese año. Por muchos años, sólo se recordó la quema de las iglesias capitalinas producida hacia la noche de ese día. Recién en la década del 90, dos familiares de fallecidos de junio decidieron acudir al gobierno nacional para que la memoria y el listado de los muertos no se perdiera. Es así, que en distintos años, se coloca una placa de bronce en el hall de entrada del edificio de la CGT; se levanta un tótem detrás de Casa Rosada y se escriben dos libros -2010 y 2015- sobre el bombardeo. En todos estos tres recordatorios, se mencionan listas con nombres y apellidos. Mi obra rescata las vidas
PV: En su investigación aparecen víctimas de distintos orígenes sociales y nacionales. ¿Qué dice eso sobre la composición del pueblo que se encontraba en Plaza de Mayo?
Daniel: Los caídos en junio, eran la mayoría argentinos –porteños y de distintas provincias- como extranjeros –de EEUU, Bolivia, Chile, Paraguay, España, Italia, Alemania, Rusia-. Sus actividades, edades y profesiones eran muy variadas. Pleno reflejo de la realidad social y cultural de la Argentina, que siempre recibió “a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.
PV:¿Cómo logró que los testimonios familiares se integraran al relato histórico sin caer en la emocionalidad excesiva ni perder rigurosidad?
Daniel: Vía telefónica, por email, por celular y en forma presencial logré emotivos recuerdos que enriquecieron los datos duros publicados en diarios, registros de inhumaciones, archivos. Lo emocional me tocó muy de cerca, que al leer el libro quizá no se trasunta, pero en algunas de mis conferencias no he podido ocultar mi emoción interior, sobre todo al tener enfrente a familiares de los muertos.
PV:¿Tuvo alguna dificultad o resistencia para acceder a ciertos archivos o testimonios?
Daniel: Algunos cementerios fueron reacios a brindar la información de sus registros de inhumaciones por no ser yo familiar directo de los muertos. Y en pocos casos, ciertos familiares me pidieron que no publicara todo lo por ellos contado. Lo cual respeté.
PV:¿Qué le gustaría que quede en la memoria de un lector con “Los muertos de Plaza de Mayo”?
Daniel: Deseo que las nuevas generaciones conozcan toda la historia argentina y aprendan que las rivalidades no deben llevarnos a la violencia física, verbal que termine con la muerte del que piensa y siente diferente.
Adelanto
“Desde fines del 2023 estoy trabajando en un nuevo proyecto relacionado con la historia argentina. Estoy investigando sobre dos fechas que dejaron muertos para publicar un nuevo libro llamado Las Masacres obreras de 1909 y 1919. Específicamente, la vida de los muertos el 1 de mayo de 1909 y las vida de los fallecidos entre diciembre de 1918 hasta Abril de 1919, aproximadamente, en un hecho se conoce como La Semana Trágica Argentina”.