Experiencia espacial, pero casera
Luke y Max Geissbuhler, de Nueva York, trabajaron en el proyecto ocho meses. Colgaron un iPhone de un ramillete de globos caseros inflados con gas helio, con la cámara de video encendida. Pensaron que asà el equipo ascenderÃa a través de la atmósfera filmándolo todo.
Cuando hicieron el plan desconocÃan qué altura alcanzarÃa el envÃo. La diferencia de presión iba hacer estallar los globos, accionando un pequeño paracaÃdas, que permitirÃa iniciar un lento descenso hasta la tierra. Un GPS darÃa las coordenadas para recogerlo.
TecnologÃa empleada
La iniciativa fue denominada Brooklyn Space Program e iba desde el lanzamiento de la pequeña nave, armada de espuma de poliestireno y tecnologÃa casera, hasta un proyecto de divulgación de la experiencia resultante.
El programa espacial casero de los Geissbuhler fue todo un éxito: padre e hijo lograron colocar el ingenio espacial a 30.500 metros de altura, que el manojo de globos aerostáticos alcanzó tras 72 minutos de rápida ascensión.
IncreÃblemente, la aventura terminó a sólo 48 kilómetros del punto de lanzamiento.
En la cima de un árbol, recogieron el equipo que, para asombro de la familia, se hallaba en perfectas condiciones. Los especialistas consideran a las imágenes “las mejores tomas del espacio realizadas por aficionados jamás filmadasâ€. Las imágenes están en el Youtube y pueden buscarse por su tÃtulo: Familia lanza una cámara junto a un iphone al espacio.