Un viaje tripulado a Marte es una de las grandes ambiciones de las agencias espaciales de todo el mundo, y actualmente existen numerosos proyectos que buscan alcanzar este fin.
Sin embargo, más allá de las dificultades técnicas que esta empresa supone, también está el aspecto humano del proyecto, que implicará que un pequeño grupo de personas deban pasar gran cantidad de tiempo encerradas en un espacio sumamente reducido. Esto ofrece varios retos para los tripulantes de la futura misión, que deberán adaptarse a una convivencia muy poco común y funcionar como equipo simultáneamente.
Por eso seis voluntarios fueron encerrados en Moscú durante un período de 520 días, en el que se examinarán sus reacciones a este tipo de aislamiento.
Este experimento forma parte del proyecto Mars500, que busca determinar los retos que los viajeros a Marte enfrentarán en el trayecto.
Los experimentos de aislamiento han sido a menudo fuente de controversia, pero éste parece estar lo suficientemente bien regulado como para evitar excesos por parte de los observadores, y al mismo tiempo será una fuente de información invaluable a la hora de desarrollar los tests psicológicos y rutinas a los que los astronautas serán sometidos para determinar su capacidad de resistir el viaje.