La nave Soyuz TMA-18 ha podido desengancharse de la Estación Espacial Internacional y ha aterrizado con gran éxito en Kazajistán. Los cosmonautas rusos Alexandr Skvortsov y Mijail Kornienko y la estadounidense Tracy Cadwell, que llevan en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde el pasado 4 de abril, debieron regresar a la Tierra a bordo de la nave Soyuz TMA-18 el 24 de septiembre, pero debido a una falla técnica, la nave rusa no logró desengancharse del muelle de empalme Pirs, en el módulo ruso Svezdá de la Estación a la 01:35 GMT. Por esta razón se vieron obligados a permanecer en la órbita espacial un día más.
El análisis previo de la comisión técnica demostró que el sistema de control de la nave recibía una señal falsa de despresurización después de que se cerraran las escotillas de la Soyuz y de la Estación.
El Jefe del Departamento de los programas pilotados de Roscosmos, Alexéi Krasnov, explicó que a bordo de la plataforma orbital cuentan con todo el instrumental necesario para acometer la reparación.
Todavía no está claro si la falla se debe a la rueda de engranaje encontrada por el cosmonauta Fiódor Yurchojin cerca de la escotilla entre la EEI y la Soyuz.
Anteriormente se informó que Yurchijin localizó una irregularidad cerca de la escotilla de entrada a la nave cósmica Soyuz TMA 18, al hallar una rueda rota de engranaje de 2 centímentos de diámetro bajo el cárter del mecanismo de cierre de la compuerta. Posiblemente esa pieza impidió el desenganche de la nave rusa, al detectar los sensores una falsa señal de despresurización.
La maniobra para desenganchar la Soyuz TMA-18 de la EEI se realizó ayer y los cosmonautas regresaron sin otro inconveniente a la Tierra en una zona situada en las estepas de la república de Kazajstán.