Desde Facebook, dueña de Instagram desde mayo de este año, el portavoz Andrew Noyes apuntó: “Creemos que esta queja no tiene méritos y lucharemos contra ella vigorosamente”, según informó Reuters.
El reclamo colectivo por incumplimiento de contrato realizado por la usuaria del servicio fotográfico Lucy Funes, fue presentado el viernes ante una corte federal de San Francisco, California, luego de que Instagram diera a conocer modificaciones en sus términos de uso y política de privacidad.
Los puntos conflictivos de las nuevas condiciones del servicio, que iban a entrar en vigencia a mediados de enero de 2013, hacían referencia al uso de las fotografías de los usuarios en contextos publicitarios sin compensación.
Ante esto, el servicio recibió una avalancha de críticas por parte de los usuarios, de los cuales varios amenazaron con abandonar Instagram.
La controversia suscitada llevó a que la subsidiaria de Facebook diera marcha atrás con los polémicos cambios rápidamente y volviera a sus términos de uso originales, de 2010, cuando se inició el servicio.
Sin embargo, este nuevo cambio parece no haber aplacado el enojo de los usuarios ni logró frenar las acciones legales contra la empresa.