Como para completar el “cartón lleno”, luego de varios días desde la presentación de la solicitud de autorización para la realización de la Asamblea General Ordinaria, prevista para pasado mañana 24 de marzo (edicto publicado en El Esquiú.com), recién a primera hora del viernes anterior la Dirección de Inspección

de Personas Jurídicas, tuvo la “deferencia” de comunicar a la Liga de Veteranos la imposibilidad de autorizar el acto mencionado, casi sobre el momento del acto, como para no dar tiempo a NADA. La comisión “veterana” ha quedado anonadada con tal disposición, no solamente por no haber tenido la consideración de un análisis temporal acorde con la situación que implica una preparación organizativa sumamente especial para la reunión, sino que como resultado de la resolución impuesta, deberán nuevamente cumplir con los requisitos para otro pedido que por ahora - les indicaron - no tiene fecha probable.

“En casa”, no podemos sesionar; en otro lugar con protocolos correspondientes, sí se puede.En tanto la dirigencia liguista sigue insistiendo en la ruta (¿el calvario? que lo deposite en concretar definitivamente la reiniciación de las competencias que llegue a organizar (por el tiempo que deje la temporada), en la medida que las autoridades contemplen las chances de habilitarlas, “la muchachada” no declina en su empeño de “arreglar” con los árbitros. En la semana, comentaron, se avanzó con cierto sector de las agrupaciones (o corporaciones) arbitrales, recibiendo de dicho espacio la comprensión esperada para una ciscunstancia como la que vivimos todos los habitantes de éste país, después de haberse cumplido un año de balance negativo en pérdidas de valores, de trabajo, de ingresos, de salud, de vidas, etc. merced a la pandemia. La impresión general, en el

fútbol de las Ligas Federadas, es que los árbitros especularían con sacar los mejores réditos de la situación creyéndose imprescindibles para la práctica futbolística. Afortunadamente (parece), la Liga de Veteranos ha encontrado un grupo de jueces dispuestos a obrar en con-secuencia, ésto es: “la aguan-tamos entre todos” hasta que el panorama cambie para buscar una mejora, hecho que por ahora es casi imposible de conseguir; los clubes, las asociaciones, las ligas o federaciones se encuentran agobia-das por las deudas contraídas en una época sin ingresos; a menos que las autoridades de gobierno colaboren. Mientras tanto nos tendremos que conformar con ir al casino o al cine, actividades que sorprendente e inconcebiblemente han sido ¡AUTORIZADAS!