Graduados

Las condiciones climáricas no fueron las mejores para desarrollar el juego de los otrora destaca-dos “valores del fútbol”, el viento conspiró a la mayoría de los protagonistas que - por momentos - no lograban tan siquiera dominar la pelota para continuar con la acción pensada que, muchas ve-ces, ese pensamiento no se podía coordinar con la respuesta física y por supuesto mucho menos con el transcurrir del tiempo. El inicio mostró el orden que pretendían imponer en sus filas tanto Roberto Lucero por un lado como Néstor Herrera por el otro; el mediocampo fue un lugar de tránsito sin control debido a la insistente e infructuosa busque-da a través de “pelotazos” destonados a las duplas formadas por los hahitualmente goleadores de ambos conjuntos, esto es: “Min-go” Carrizo y Marino Ferreira por el local y “Patrón” Barrera y Omar Toledo por el otro. En tanto que en los esporádicos espacios de tiempo en que pre-tendieron elaborar un juego en conjunto, la tarea de contención y cobertura por parte de las lí-neas defensivas de los respectivos equipos, fijaban supremacía para abortar cada intento de convertir; la muestra fue que dándoise cuenta que no podían horadar la defensa del elenco “B”, Néstor Herrera, cuando se cumplía el primer cuarto de hora del encuentro, sacó un potente remate de larga distancia que sorprendió a Carlos Fernández y convirtió el gol que abriría la tarde, 1 a 0 para el “A”. En los minutos siguientes a la carga el “B” buscando la igual-dad; habían “probado” un par de ofensivas entendiéndose bastanate bien “el Mingo” y Marino, frutándose por el viento que “se llevaba” la pelota y por los cierres de “Piji” Molas y Carlos Lobos; llegando al minuto ‘25 de esa primera parte, incursión de “mingo” por izquierda, “las marcas” lo tiran hasta la línea del fondo y al sacar el disparo hacia el centro la pelota roza la mano de C arlos Lo-bos y el juez “pita” la pena máxima; penal del que se hace cargo Marino Ferreira para establecer  el empate con el que se cerraría el primer tiempo. El complemento estuvo desper-diciado o quizás hayan pactado agregar poco más de emoción y ansiedad a la expectativa creada por esta finalísima de “los 2 Rev” ya que, además de las inapropia-das condicones del clima que ya mencionamos, ambas conduc-ción técnicas implementaron, di-ríamos, demasiadas modificacion es a las respectivas formaciones que no provocaron en absoluto que el juego mejorara; se lesiona “Mingo” Carrizo y es reemplaza-do “Tururú” Toledo, innegables piezas de las que se espera siempre alguna anotacion, aunque las pérdidas igualaron las posibi-lidades de lograr alguna diferen-cia que medianamente brindara tranquilidad al elenco que la lo-grara pensando en llegar con cier-ta ventaja al encuentro revancha donde - indefectiblemente - se deberá declarar un ganador. Han dejado las puertas abiertas para sumar mayores expectati-vas, cuentan con una semana de tiempo para analizar y preparar la mejor estrategia para conseguir lo que ambos anhelan, el título de Campeón, veremos quién lo levantará hasta la vitrina.

Le propició “divina” golea

Senior

Debía prepararse el Deportivo Juventud para enfrentrase a uno de los mejores elencos de la cate-goría, como también inmerso en la lista de candidatos a luchar por el título en disputa pero, lamen-tablemente, llegó con lo justo a la hora de jugar, no le sobró nada, tgampoco un solo hombre de re-emplazo y llegar de este modo a confrontar con un plantel rico en talentos individuales como el de “Poli”, es como para esperar un resultado catastrófico. No obstante, el local no pudo su-mar más en el marcador porque “el divino” - en inferioridad de todo tipo - puso enjundia, entu-siasmo, sacrificio, corazón y pier-nas (por momentos “fuertecitas”) para mostrar el temperamento de sus jugadores. Policial, con un andamiaje bas-tente aceitado cuyo sostén en in-teligencia, talento y creatividad e concentra en “Mecha” Ortíz, bien acompañado por la efectividad de Jorge Lencina, fue superior en el transcurso del encuentro, sin tener preocupaciones en su zona defensiva ya que la estructura

“Control”. Oscar Aden, intentando el pase, pero rodeado de ocasionales adversarios “divinos”.

presentada por la visita mostraba una superpoblación de volantes de contención sabiendo que te-nía que contrarrestar el poderío en zona de gestación de su opo-nente; entonces por momentos se superponían Julio Gutiérrez,

Julio Bazán, Raúl Ocampo con Cobacho Y Gómez que se alter-naban para ayudar, dejando en soledad a José Amayo que se veía “rodeado” cuando quería accionar; además “chocaba” con la firmeza, por izquierda de Juan

Martínez, por el medio con Jorga Castillo y Leonardo Siva, encon-trando como último hombre a Gabriel Vinderman. Juventud no tenía “salida”, como tampoco le daba “entrada” la úl-tima línea de Policial.