Relacionado con el anuncio en portada del Suple, en las dos semanas transcurridas, comenzaron a correr versiones de la incomodidad del presidente de la Liga de Veteranos de Fútbol, Roberto Garribia Marini, por la supuesta falta de colaboración de quienes, se supone, sus más inmediatos soportes para sostener la organización de una Institución que necesita de todos los “de adentro” tanto como a los de afuera. Son muchas y variadas las actividades que desarrolla la Entidad Veterana que se relacionan no solamente con la disputa de las competencias futbolísticas de cada temporada, sino en la parte administrativa y financiera inherentes a las competiciones anuales, como también a la participación de las distintas delegaciones que nos representan en otras lides de carácter provincial y nacional. Algunas de las cuestiones que provocan casi permanentes críticas “desde la tribuna” son los exclusivos intereses de los representantes de los clubes afiliados que se relacionan con la suerte de los derechos que les asisten, soslayando algunas de las obligaciones que, de cumplirlas, quedaría de lado el tiempo de atención a dichos intereses. Aparentemente, algo o todo lo aquí comentado, cuyo origen nace de lo receptado en cada lugar donde se encuentre “un veterano”, habría empujado la decisión del presidente de alejar por un tiempo, su presencia en la Institución que, en principio, habría sido pensada por 30 días, con la posibilidad de prolongarse por un tempo indeterminado. Quizás la situación vivida hasta este punto, no hubiese tomado ese sentido preocupante que hablamos, sino hubiésemos escuchado en sendos escenarios donde el sábado pasado se jugó una nueva fecha del Campeonato Clausura 2022, la versión que el vice de la Liga quién debe reemplazar las obligaciones del “licenciado” presidente habría manifestado que presentaría su renuncia con carácter de indeclinable. Si esto se produjera, ¿traería más preocupación o una solución para la Entidad Veterana? Deseamos desde aquí que se produzca esto último, pero no en relación con un asunto personal ya que, consideramos, que no es cuestión de presidente o vicepresidente tomando en cuenta que todos los hombres encolumnados en esta gestión como los que no están en esa lista, aún son pocos para la dimensión que ha tomado una Institución en raizada en la comunidad catamarqueña marcando rumbo para las del medio con sus permanentes logros deportivos en distintos ámbitos de nuestra geografía nacional. Es necesaria “la mano extendida” de todos para mantener en pie la Liga de Veteranos.