Las nuevas tecnologías exigen veloces adaptaciones a quienes trabajan en el mundo de la educación, de la salud, de la producción y del entretenimiento. Las amas de casa y todos cuantos hacen compras en super o hipermercados, no son la excepción en estas avanzadas prácticas.
La cadena norteamericana WalMart, respondiendo a las nuevas modalidades de compra de sus clientes, está haciendo una prueba piloto en una sucursal del barrio Saavedra de la Capital Federal. Posteriormente, realizados los ajustes, extenderá esta modalidad a las demás sucursales que tiene en el país.
Este sistema de ventas a través de un carrito on line ya lo implementaron otras firmas como Coto, Jumbo y Disco.
Hasta ahora las compras no son masivas y se circunscriben a las grandes urbes, pero las cifras que arrojan son alentadoras para el sector. De acuerdo con un estudio privado, más de 130.000 porteños ya hacen habitualmente sus compras a través de Internet y sus ventas suman más de 146 millones de pesos mensuales. Es decir que las ventas son a un segmento “premium”, con un importante poder adquisitivo.
Además de las firmas tradicionales como las mencionadas están creciendo cadenas que trabajan exclusivamente en forma online.
La pionera fue LeShop, aunque hace unos meses se sumó un competidor, Cool Supermercados.
Los expertos que analizan este creciente negocio, señalan la importancia de que el stokc ofrecido sea completo y el servicio eficiente. Se destaca también la posibilitad que tienen los usuarios de comparar los precios y efectuar la compra en el establecimiento que más les convenga.

Segmento premium

Ampliando el concepto de segmento premium el estudio señala que se trata de adultos jóvenes, de entre 25 y 40 años, que integran hogares con un doble ingreso y de un nivel socioeconómico medio-alto, lo que explica el alto nivel de gasto, que se ubica en los 1600 pesos mensuales.

Modificaciones para crecer

Pese al crecimiento que registra la actividad en los últimos años, la venta por Internet continúa representando un negocio muy pequeño para las firmas que operan con supermercados tradicionales.
El proceso de compra para algunos usuarios insume mucho tiempo en el armado y generación de listas. Otros clientes critican a los supermercados on line porque consideran que no responden a la demanda real. Además, los consumidores se quejan de que la información publicada no se corresponde con el producto y reclaman que se busquen reemplazos para los productos no disponibles y faltantes en stock.