Telepresencia a color tridimensional

Sirve para el ocio y también para las ciencias.
jueves, 4 de noviembre de 2010 00:00
jueves, 4 de noviembre de 2010 00:00

La telepresencia está cerca de hacerse realidad, a todo color.
Esta técnica permite proyectar una escena en movimiento en tiempo real en un lugar diferente de donde se está realmente produciendo, sin necesidad de utilizar gafas especiales.

Cómo funciona

La tecnología de hologramas se basa en una batería de cámaras, un láser y un polímero especial para almacenar y crear las imágenes. La capacidad de refresco de imágenes del dispositivo es de sólo dos segundos, casi tiempo real, según sus inventores de la Universidad de Arizona (EEUU) quienes han presentado un prototipo con una pantalla de 25 centímetros, pero ya han probado con éxito una versión mayor de 43 centímetros.
La holografía es capaz de proporcionar imágenes de excelente resolución en tres dimensiones y gran escala, destacan los investigadores, “pero hasta ahora no tenía la capacidad dinámica de actualización “.
Los dos principales obstáculos estaban en la insuficiente potencia de cómputo -en el caso de los hologramas generados por computadora- y en la falta de un medio de grabación holográfica dinámica y de suficiente tamaño. Peyghambarian y sus colegas de la Universidad de Arizona publicaron su avance en la revista Nature, que destaca el trabajo en la portada y lo califica de “primicia de la telepresencia tridimensional”.

Diferencia con Avatar

La imagen tridimensional dinámica ha despertado un gran interés popular en fenómenos como la película Avatar, pero esos efectos poco tienen que ver con la holografía. El problema es que la cantidad de información necesaria para generar un holograma de alta calidad es tan grande que la posibilidad de reproducir video en tiempo real se ha visto limitada por el tamaño o por la resolución. Con la nueva tecnología, la escena original se graba con una batería de cámaras. Cuantas más cámaras, mayor calidad tendrá el resultado final. La información grabada se trasmite al destino, donde se codifica en pulsos de luz láser que interfieren con otro láser que sirve de referencia.

Hogel: píxel holográfico

El patrón de interferencia resultante se graba en un polímero especial (la pantalla) en el que se crea y almacena la imagen. Cada pulso de láser registra un hogel (pixel holográfico o versión tridimensional de un pixel) individual en el polímero, que refresca los hologramas cada dos segundos.
El holograma se desvanece por sí solo al cabo de un par de minutos o segundos (dependiendo de las condiciones del experimento) o puede borrarse al grabar una nueva imagen tridimensional.

También para la medicina

El sistema carece del problema habitual de las vibraciones en este tipo de dispositivo. Tampoco exige un control especial de temperatura y de ruido. La industria del entretenimiento y el mundo de la publicidad son usuarios potenciales de esta tecnología, pero también la telemedicina, pro ejemplo, se beneficiaría de ella ya que, por ejemplo, con ella podrían teleparticipar en intervenciones quirúrgicas médicos ubicados en cualquier parte del mundo.
La revista Nature recuerda que este mismo equipo ya presentó hace un par de años un sistema similar, pero entonces era monocromo y con un tiempo de refresco de la imagen de cuatro minutos.
 

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