El ciclo de Hernán Ferraro al frente de la Selección Femenina de Vóleibol de Argentina comenzó esta misma tarde cuando se hizo el anuncio oficial. Allí, el ahora DT de Ciudad Vóley destacó el potencial de la rama y fijó, sin profundizar, sus primeros objetivos.
En lo estrictamente resultadista, está claro que Las Panteras tienen en el corto camino algunos desafíos muy importantes: los Juegos Panamericanos de Lima 2019, la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 y al Campeonato Mundial 2022.
En lo estructural, base de todo proceso federativo e incluso de cuerpo técnico, el camino siempre es pantanoso, con más o menos dificultades. Pero acá también fija Ferraro sus objetivos: “El vóley femenino tiene una materia prima extraordinaria y una calidad de entrenadores muy buena que discute todo el tiempo para mejorar. Hay que profundizar esa discusión. Hay que recorrer el país. Apuntaremos a afianzar un sistema de juego que beneficie las características de biotipo de nuestra Selección y favoreceremos un clima de trabajo entre todos los que integramos el vóley femenino para lograr un espacio para que las jugadoras sigan desarrollándose después de los 18 años dentro de la competencia local, regional y nacional de cada club”.
De esta forma, y será cuestión de dar tiempo al tiempo al desarrollo, Ferraro parece plantear la necesidad de captar atletas y de meterse en la construcción de una Liga Femenina que dure algo más de 60 días. ¿Será?
Ferraro estuvo entrenando a Catamarca Vóley en sus inicios, en la temporada 2010-11.