Deporte y Nostalgia

Se cumplieron 25 años de la partida de un grande: Luis “Tucumano” Quevedo

“…para que nadie se engañe en el mundo del fútbol, en un porcentaje abrumadoramente alto conseguimos lo que merecemos en función del talento con que hemos nacido y del esfuerzo que hemos invertido”. César Luis Menotti.
domingo, 20 de diciembre de 2020 01:05
domingo, 20 de diciembre de 2020 01:05

Por una caprichosa ironía del destino, domingo tenía que ser. Fue un 11 de marzo de 1995, a los 56 años, cuando el divino maestro lo llamó a la casa celestial. 


Nos referimos a Luis Alberto Quevedo, sino el mejor, uno de los más grandes futbolistas que dio el fútbol de Catamarca.
“El Tucumano”, como lo conocía la afición, o “El Negro” como lo llamaban en barrio “El Mástil” –su cuna capitalina- nació en Santa María en marzo de 1939. Sus padres fueron don Luis Quevedo y doña Blanca Cruz de Quevedo. Sus hermanos Mirta, Nilda, Norma, Mónica, Pedro y Hugo.


Los tres varones, notables futbolistas, dieron brillo al club Defensores del Norte.
Luis, siendo muy joven, jugaba a lo maestro en los históricos campeonatos de barrio donde se daban cita grandes exponentes de nuestro fútbol,  que luego serían figuras en el ámbito provincial y nacional.
La antigua “Bombonera”


Uno de los históricos potreros en las décadas del 50’ y 60’ no era otra que la “Bombonera”, ese rectángulo de cita futbolera que actualmente es el campo de deportes de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa.).


Quevedo debutó a los 15 años en el equipo norteño. Formaban aquel equipo el inolvidable Carlos López (legendario guardavalla considerado una verdadera gloria de nuestro futbol), “El Moto” Avalos, “Turi” Velazco, “Chito” Espilocín, “Diablo” Egea, los hermanos Bracamonte, “Citria” López, “Poroto” Cuello, “Corzuela” Avalos y “Rolo” Acevedo, entre otros. Ya en 1959 apareció una delantera que iba a dejar grandes recuerdos a los hinchas de Defensores del Norte. La conformaban Cecilio Bazán, Carlos  Argerich, Emilio Delgado, “Tucumano” Quevedo y su compadre, Mauricio Cancino, con quien formó un ala izquierda incomparable.


El “Tucu” cumplió destacada campaña no solamente en el equipo norteño. Entre los años 1964 y 1965 fue convocado por uno de los grandes del fútbol del interior como San Martín de San Juan. También cumplió excelente labor en los torneos nacionales de la Copa Becar  Varela. El Club Atlético Policial, en el final de su carrera, lo contó como refuerzo en el Regional del 67.


Elegante y exquisito
Brillante protagonista de nuestra historia futbolística, Luis Quevedo era dueño de un estilo fino, elegante y exquisito. Supo prolongar a través del tiempo una trayectoria que cautivó a propios y extraños. 
Así nació, jugo y partió al reino de los cielos este verdadero arquitecto del fútbol. 
Lo recordaré como respetado amigo, vecino del barrio el Mástil y compañero de equipo. Tuve la dicha de compartir la infinita magia de su talento. 
HASTA SIEMPRE TUCU! Te veo siempre con la banda verde sobre el pecho.

Ángel Orlando Arréguez 
DNI 7.795 735
 

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