La triple jornada del Primo Prevedello ayer por la tarde quedó trunca, cuando se jugaba el último encuentro entre Independiente de San Antonio y Defensores de Esquiú, debido a dos bombas de estruendo que cayeron en el área, las cuales dejaron como saldo a cuatro jugadores de Independiente con secuelas, y posteriormente trasladados a un hospital para recibir asistencia médica. 

Solo se habían jugado 5 minutos, con el balón en el medio del campo, cuando cae la primera bomba al costado del arquero Rodrigo Bazán, quien se desploma en el campo de juego. El línea advierte al juez Jesús Aldeco, quien detiene el cotejo, y los compañeros de Bazán van a ver como se encontraba, momento en el que arrojaron otra bomba desde la tribuna de Defensores en medio de Braian Sachetti, Rafael Velíz y Mariano Hernández y el arquero tendido en el suelo, lo que dejó a todos conmocionados.

Automáticamente el árbitro hizo la seña de que no continuaba el partido y pidió a los jugadores retirarse del sector, salvo los que estaban tendidos. Ingresó la asistencia médica, para subir a los cuatro jugadores en la ambulancia y derivarlos a un centro de salud para que sean atendidos rápidamente.

Si bien hubo un diálogo entre jugadores de Defensores con el juez, y algunos dirigentes que ingresaron al campo de juego, una vez retirada la ambulancia Aldeco mando a todos a los vestuarios para informar que a los 7 minutos, que quedaba suspendido el encuentro, por lo que ahora será turno del tribunal de penas analizar y dar un fallo del mismo. 

Informe oficial
Una vez estando los protagonistas en zona de vestuarios, el árbitro Jesús Aldeco dio su versión de los hechos y dijo “Se suspendió a los 7 minutos, cuando cayeron dos bombas de estruendo y lastimó a cuatro jugadores de independiente, quienes luego fueron llevados en ambulancia al hospital”.

En tanto que el presidente de Independiente, Sergio Martínez, dijo que esperaba que los jugadores no tuvieran ningún tipo de secuelas, tanto visuales como auditivas por las bombas, y que esperaría el informe médico para actuar en consecuencia. Además Martínez se refirió a sus pares de Defensores de Esquiú, diciendo que no cargaba las culpas, sino más bien que se solidarizaba, entendiendo que los actos de los que produjeron los desmanes, hicieron un perjuicio a su club, y también responsabilizó a la policía por que tuvo un desempeño deficiente por no haber controlado el ingreso de la pirotecnia en el sector de Defensores.