Carolina Santaya, una de las mejores karatecas de Catamarca, recordó al Sensei Juan José Barrios, quien falleció el pasado domingo a los 66 años, luego de padecer una cruel enfernedad.

Santaya, alumna de Barrios, el máximo referente de la disciplina en la provincia, lo recordó en su cuenta de Facebook, y lo definió como “mi maestro, un padre”.

“Hoy un poco más tranquila pero aún con lágrimas en los ojos, te escribo estas palabras mi querido Sensei…me cuesta, me cuesta mucho decirte adiós, aceptar que ya no te voy a ver…que ya no voy a subir las escaleras y me sentaré a tu lado a conversar de cualquier cosa, consultarte que preparo para los chicos, si te parece bien tal o cual técnica. Me quedan los mejores recuerdos de estos 23 años a tu lado, tantas cosas vividas, tantas alegrías y tristezas, tantos enojos que terminaban cuando la clase siguiente llegaba y nos poníamos a entrenar como si nada hubiese pasado, tantas tardes de calor donde llegaba y tocaba el timbre, te despertaba de la siesta y te decía “hola Sensei ya llegue…abrime la puerta…vamos a entrenar”…y vos me respondías…”esperame ahí voy…” y ahí  empezaba nuestro desafío para el siguiente torneo y terminaba cuando nos abrazábamos y festejábamos la medalla….y así una y otra vez…..y CADA VEZ UN POQUITO MEJOR…como vos siempre nos decías…Fuiste un pilar en mi vida, un referente, mi MAESTRO, un PADRE y lo fuiste hasta el último día…nunca dejaré de respetarte, quererte y admirarte…y sabes una cosa? si hay alguien al que hay que admirar es a vos. Hiciste de tu pasión tu forma de vida, el KARATE FUE TU FORMA DE VIDA y contagiaste a muchas personas para que lo fuera también, salvaste a muchas otras con tus consejos y acciones y nos mostraste que siempre había una opción mejor para nosotros, que no nos quedáramos con lo poco que podíamos acceder, que la peleáramos que tarde o temprano las cosas buenas nos llegarían, pero  nunca había que dejar de trabajar para conseguirlo”.

Por eso no te voy a decir adiós, te voy a decir…HASTA QUE NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR…hasta que vuelva a tocar el timbre, te levante de la siesta y nos pongamos a entrenar…..

Me dejas con el corazón partido a la mitad y siempre siempre te voy a extrañar y necesitar mi querido SENSEI JUAN”.