Mañana, entre las 7 y las 9 de la mañana la Justicia Federal con competencia Electoral recibirá las listas de precandidatos a diputados nacionales de los partidos y alianzas que competirán en las PASO del próximo 11 de agosto.
La convocatoria es por tres cargos de diputados nacionales para reemplazar a Pedro Molas, Mariana Veaute y Rubén Yazbek que concluyen sus mandatos en diciembre venidero. No es probable que en esta oportunidad una sola fuerza se lleve las tres bancas –como sucedió en otras ocasiones- y por lo tanto puede darse que un sector sume dos escaños y el que le siga en cantidad de votos se lleve el restante o, lo que es menos factible, que tres fuerzas logren un número de sufragios tan equilibrado como para obtener sendas bancas.
Esto significa que el primer lugar de las listas de las fuerzas políticas mayoritarias no será tan peleado, porque se buscará poner a quienes cuenten con mayores adhesiones según encuestas u otras formas de medición. Pero las demás plazas (de titulares y suplentes) sí pueden ocasionar una tensión interna, porque es sabido que quizás no en lo inmediato, pero en algún momento puede darse el llegar al ansiado cargo legislativo nacional. Tan así es, que dos de los escaños que quedarán vacantes este año son ocupados por mecanismos de sucesión en la integración de la lista: Pedro Molas que reemplazó al fallecido Genaro Collantes y Rubén Yazbek que ocupó el lugar de Dalmacio Mera cuando éste renunció para asumir como vicegobernador.
El Santoral católico de hoy celebra a Tomás Moro, mártir, patrono de los gobernantes y los políticos, quien murió decapitado condenado por el Rey Enrique VIII, porque no obedeció órdenes que iban en contra de su conciencia.
¿Este santo podrá inspirar a nuestros políticos para no dejarse tentar por intereses espurios, en esta lucha por el poder que será más evidente en el tiempo electoral que comenzamos?