Desde la bancada periodística

La siembra del analfabetismo político

sábado, 6 de abril de 2019 00:00
sábado, 6 de abril de 2019 00:00

Cada día es mayor el bombardeo informativo que recibe el ciudadano promedio, con una marea de temas harto complejos, que además de las eternas disputas políticas y las pulseadas por el poder, incluyen una crisis macroeconómica delicadísima, batallas judiciales, denuncias cruzadas y permanentes; un proceso de inestabilidad emocional y de vertiginosas demandas socio culturales, enmarcadas en un contexto violento, en el que a cada paso se reclama al ciudadano que defina una posición, que asuma una postura y la defienda.

Esa sobredosis de noticias adquiere un significado especial cuando de análisis político se trata, porque la manipulación de mensajes, la ausencia de pensamiento crítico impuesta por la velocidad y multiplicidad de datos que se presentan, van creando un público que quiere participar y al mismo tiempo se confunde entre voces simultáneas que terminan por convertirse sólo en ruidos.
Se crean analfabetos políticos en lugar de ciudadanos formados, y se hace deliberadamente, porque el analfabeto político es más fácil de engañar y arriar como ganado. Se generan disputas y se empuja a todos a tomar partido, pero con frecuencia sin brindarle argumentos serios y objetivos.

 

Analfabetismo

Los especialistas en la materia explican que para entender qué es el analfabetismo político se debe tener presente primero qué es el analfabetismo funcional.
Sabemos que una persona  analfabeta es una persona que no puede leer ni escribir, en cambio un analfabeto funcional puede leer, escribir, e incluso memorizar un texto... pero nunca llega a entender lo que está leyendo realmente, ni puede aplicarlo a su vida cotidiana.

Un analfabeto político, es entonces una persona que sabe datos dispersos o sencillos de política, pero que entiende poco o nada de las situaciones esenciales, ya sea por desinterés o incapacidad.

La falta de formación se expande, y en los últimos tiempos se observa que cada vez hay más personas que no pueden entender realmente la política.

Una de las características de esa limitación es que no pueden ver más allá de “el bueno” y “el malo”, defendiendo emocional o irracionalmente a los que creen buenos, y viendo como si fueran diablos a los que creen malos. 

El pionero de estas precisiones, Giovanni Sartori, investigador de ciencias políticas, los llamó “Homo-Videns” (tiene un libro que se publicó en el año 1997 con ese nombre): son personas que solo entienden a través de la imagen, dominados por lo que ven directamente, no por las abstracciones o aspectos básicos del entendimiento. Estas personas tienen tres caracteristicas principales:

- La primera es que cuando ven un tema de política, su primer objetivo es el entretenimiento. Por ejemplo, no les importa el mensaje, las reflexiones, ni el posible choque de posturas, solo les llama la atención el morbo, las humillaciones o incluso los memes sobre un acontecimiento de importancia.

- La segunda es que simpre generan bandos, les es imposible entender o explicar un tema si no tienen un grupo de malos y uno de buenos, un grupo de gente que sin importar lo que digan estará en lo correcto, y el otro estará errado. De allí se pasa a la eliminación de matices, se deja de escuchar, y el observador se fanatiza.

- La tercera, es que solo repiten argumentos ajenos sin entender lo que realmente dicen, algo así como un teléfono descompuesto donde cada vez se pierden más partes del mensaje y termina siendo totalmente distinto al inicial.

“Se robaron un PBI”, “Nos hicieron creer que la energía era gratis”, “Tenemos que aguantar porque no hay otro camino”, “Estamos construyendo un país en serio”, se van imponiendo como si se tratara de axiomas matemáticos o dogmas religiosos, realidades que no necesitan ser demostradas y simplemente se las debe aceptar o rechazar. Nunca debatir, nunca pensar, nunca preguntar.
Lo más preocupante es que esa conducta se ve cada vez más en las personas con influencia, con poder, personas que al hablar influyen sobre muchísima gente llegando hasta el punto de poder cambiar su opinión por completo.

Esto lo que genera es una cadena de gente hablando sin saber, desinformando, y confundiendo. 

Hay un ejercicio muy sencillo que desnuda la ausencia de fundamentos sólidos, y consiste en cuestionar un par de veces “¿por qué?”. A saber, alguien señala con aparente convicción cualquier frase que escuchó sobre el tema de actualidad.

Por mencionar un concepto cualquiera: “No hay que preocuparse mientras el dólar se mantenga en la brecha cambiaria que estableció el Gobierno”. Si a quien realiza ese comentario se le repregunta dos o tres veces “¿por qué?” para que argumente su posición, es un hecho que antes de la tercera respuesta se enojará, descalificará a quien le pregunta o desviará la conversación. Porque en la abrumadora mayoría de los casos, los opinantes no saben de qué están hablando.

De manera natural, conforme avanza el tiempo, los argentinos son invitados a asumir posiciones sobre diversos temas de la más variada naturaleza, que pueden abarcar desde los tarifazos hasta la situación de Venezuela. Pero son escasísimos, entre el gigantesco caudal de la población, quienes tienen información suficiente como para comprender, y elaborar un pensamiento propio.
Lo desalentador es que quienes ocupan espacios de poder, en lugar de procurar revertir el panorama, lo agudizan. Porque un pueblo educado es más difícil de dominar.

 

Anécdota final

No se sabe si es cierto no, porque han pasado siglos y las leyendas se deforman. Pero hay una anécdota histórica muy famosa que involucra al científico italiano Galileo Galilei.

Galileo consideraba, gracias a sus observaciones sobre el movimiento de los astros, que la Tierra y los demás planetas giraban en torno al Sol, y no que los demás cuerpos celestes, incluido el Sol, giraban en torno a nuestro planeta. Por esa idea se lo consideró un rebelde y se lo llevó ante la Inquisición, algo serio porque podía costarle la vida si lo declaraban hereje por oponerse a la visión del mundo que sostenía la Iglesia, que no era otra que la de considerar a la Tierra como eje de todo el universo.

Cuentan que, obligado a retractarse del modelo heliocéntrico del universo que proponía, para salvar su pellejo Galileo se declaró equivocado. Pero que luego, por lo bajo, dijo “Eppur si muove”.

La afirmación (“y sin embargo se mueve”, referida a la Tierra) era enormemente significativa, porque señalaba el conflicto que, en torno a la verdad, había entre la religión y la ciencia.

Del electorado argentino puede al mismo tiempo explicarse y comprenderse por qué se lo lleva a cultivar el analfabetismo político, sembrado por quienes ejercen el poder, y prefieren contentarlos con un buen slogan de campaña y gestos de empatía.

No conviene que los votantes vean más allá, que cuestionen demasiado ni que piensen por sí mismos.

El conflicto, parrafaseando a Galileo, es que “y sin embargo votan”.


El Esquiú.com  

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Satisfacción
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Esperanza
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Bronca
10%
Tristeza
0%
Incertidumbre
10%
Indiferencia

Comentarios

6/4/2019 | 11:53
#149006
Pero los más analfabetos y ladrones están en LA POLITICA. Curran a cuatro manos. Se la llevan en pareja, con los hijos o con compinche. Y no les importa el dispendio de los gondos publicos. Y no tienen vergüenza y tiene dos posibilidades: no tienen vergüenza o son desvergonzados. La popular vota con el estómago (60%) con el bolsillo (20%) y con el corazón (10%) y con el cerebro (10%) Es lo que estimo. No hice estadisticas pero mis años estudiando elecciones me lo dice...con la tegla del pulgar o a grosso modo. ¿ Quien ganará esta vez? Aquí, no tengo duda que será alguien bueno. En Nación...en Junio tendré mi pálpito.
6/4/2019 | 11:47
#149005
Buena reflexión e información, pero lo de Galileo es falso. Los Jesuitas eran los líderes del conocimiento astronómico y sabían que una de las suposiciones de Galileo era equivocada. La Iglesia, por el contrario, no condenó a Kepler.
6/4/2019 | 09:12
#149004
¿Qué beneficio puede llegar a haber en no ser un analfabeto político, en Argentina? ¿Entender las diversas formas de delinquir de los políticos? Argentina padece de una sociedad enferma, egoísta, irrespetuosa, amoral, insensible,...¿Qué posibilidades hay de que aparezca un político honrado?
6/4/2019 | 08:53
#149003
Es difícil entender la política si mienten los candidatos, los funcionarios, los diarios, etc. Antes de reclamar analfabetismo político reclamaría las mentiras y falsedades que se publican diariamente. :-) Y votar es obligatorio, de lo contrario muy poca gente lo haría con los comportamientos de los políticos actuales.

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