El Secretario

lunes, 6 de junio de 2022 02:06
lunes, 6 de junio de 2022 02:06

Falleció ayer el sacerdote Moisés Pachado, denunciado por graves actos de abuso sexual en perjuicio de menores, que dejó este mundo sin llegar al juicio que estableciera fehacientemente su culpabilidad o inocencia. Pachado fue denunciado por primera vez en 2018, y una vez que el hecho tomó estado público, se anunció que seis mujeres más sumarían sus presentaciones judiciales. Pasaron cuatro largos años, y el cura no deberá dar ninguna respuesta, ya que su vida terminó antes que el proceso judicial. En el medio, una serie de maniobras como los pedidos de nulidad de las pericias y pedidos de prescripción de la causa, dilataron la situación en perjuicio de las víctimas.

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La Iglesia Católica de Catamarca, frente a esta muerte, optó por obviar estos últimos episodios, y se concentró exclusivamente en la trayectoria religiosa de Pachado, recordando detalles intrascendentes como que murió “el día en que la Iglesia celebra la fiesta de Pentecostés”. Pachado, oriundo de Belén, tenía 63 años y era sacerdote desde 1983. Se desempeñó como cura en Belén, Andalgalá, Chumbicha, fue rector de la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de la Virgen del Valle y vicario general del Obispo Elmer Miani. “El Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y el Clero de Catamarca participan con dolor y esperanza cristiana la partida a la Casa del Padre del presbítero Moisés Pachado. Elevan plegarias por el eterno descanso de su alma, y acompañan con la oración a sus familiares y amigos”, fue la formal despedida.

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No hubo referencia alguna a la imputación por abuso sexual en perjuicio de una niña que pesaba sobre Pachado, y al cabo nunca quedará del hecho más testimonio que la denuncia de la mujer abusada. Pachado se había declarado inocente y por todo análisis dijo en su momento que estaba “de moda” denunciar. Como la táctica de estirar el proceso judicial tuvo éxito, quedará para él el beneficio de la duda. Para el resto de la sociedad, perdura la idea de que la Iglesia parece más interesada en esconder estos escándalos que en responder a las víctimas y someterse a la Justicia. El mensaje difundido ayer, haciendo de cuenta que nada sucedió, es bastante descriptivo de esa conducta. 
El Esquiú.com
 

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