Javier Milei deroga el decreto de Javier Milei

El jugoso salariazo que se regaló a sí mismo el presidente Javier Milei,  quien se otorgó una suba de sueldo de 2.000.000 de pesos y de paso bendijo con incrementos del 48 por ciento a todos los integrantes de su gabinete, vino a representar uno de los movimientos más ridículos del jefe de Estado desde su asunción en diciembre pasado. Más allá de que el aumento marcha a contramano de todos los discursos presidenciales acerca de la falta de dinero y la necesidad de ajustar y llevar la austeridad al máximo, otros factores terminaron por elevar la medida a niveles de papelón.

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Uno de los detalles que a nadie pasó desapercibido fue la histriónica reacción presidencial cuando trascendió el aumento del 30 por ciento otorgado a diputados y senadores nacionales, aumento enérgicamente repudiado por Milei, quien “exigió” que se lo revocara. Naturalmente el aumento sigue firme, pero la jugada mediática le sirvió momentáneamente a Milei para despegarse del escándalo. Hasta que, lamentablemente para él, se reveló que mientras condenaba aquel aumento del 30 por ciento, se había auto-otorgado un aumento del casi 50 por ciento. Una torpeza monumental, que sin embargo el propio Milei llevó, solito y solo, al siguiente nivel.

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Milei hizo algo que resultó peor que el propio aumento, al pretender disimularlo y fingir desconocimiento, argumentando que  ignoraba el super aumento que lo benefició, y que todo obedecía a una suerte de actualización automática resuelta catorce años antes por Cristina Fernández de Kirchner. Como es lo único que atina a hacer ante cualquier situación, Milei acudió desesperado a las redes sociales para ofrecer su versión exulpatoria de los acontecimientos. Y fue allí que protagonizó un grotesco bochorno, ya que el decreto que alegaba desconocer está firmado por él mismo. Ya no había ninguna salida elegante: si lo firmó sin enterarse es un incompetente irresponsable, si lo firmó conciente es un simple y burdo mentiroso. Como última salida, ya embarrado hasta las pestañas, porque al margen de toda apreciación tuvo que admitir que el aumento existió, Milei anunció que derogará el decreto de Milei. Un giro tragicómico digno de Cantinflas o el Yeneral González que interpretaba Alberto Olmedo. Aunque claramente sin gracia.