El Secretario

martes, 12 de marzo de 2024 01:10
martes, 12 de marzo de 2024 01:10

Buenos cimientos


La crisis económica en que se encuentra sumergido el país casi no muestra excepciones. Quizás alguna hábil cueva financiera o firmas con un pie aquí, pero el motor en el exterior, puedan navegar plácidamente por estos días en la Argentina del estancamiento y la recesión. Para todo los demás, el momento es dramático. Sectores público y privado padecen los efectos del desfinanciamiento, la depresión, la improductividad, la paralización económica, la inflación y el extenso collar de efectos colaterales de un panorama general aplastante. Las provincias no son la excepción.


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Casa Rosada anunció allá por diciembre que cerraría los grifos de aportes ajenos a los montos incluidos en la coparticipación federal y lamentablemente está cumpliendo al pie de la letra. Aportes básicos para mantener el equilibrio, como el Fonid o los subsidios al transporte, simplemente se esfumaron. Los gobernadores comienzan a enfrentar enormes dificultades en un contexto donde el objetivo ya no es el desarrollo ni el crecimiento: penan para asumir sus gastos corrientes. Para subsistir. Y la situación es crítica para quienes además enfrentan deudas externas: el caso de La Rioja sirve como descripción. Los hermanos riojanos debieron emitir cuasimoneda y al mismo tiempo entraron en default con sus compromisos


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El ahogo es evidente. Nación no da señales de querer ofrecer ayuda, al contrario, juega con esa presión para obtener lo que desea. A los efectos del plan libertario, cuanto mayores problemas tengan las provincias, más posibilidades hay de que opten por la sumisión. La advertencia de Javier Milei acerca de que los iba a “fundir a todos” está en marcha y pactar una redistribución de ingresos con el Gobierno Nacional es la única puerta que deja abierta. En este punto, Catamarca resiste. Resiste en el más amplio sentido del término. No rompe lanzas, no judicializa reclamos. Busca el diálogo. Puede hacerlo porque hasta aquí no necesitó emitir moneda propia, ni dejó de cumplir con sus compromisos: no hubo despidos, paga los sueldos al día, incluso avanza al ritmo que puede con distintas obras y cubre desfasajes con su bolsillo. La resistencia no podrá ser eterna, en algún momento se necesitará reordenar las cuentas y volver al camino de la cordura. Pero el momento demuestra que Catamarca tiene buenos cimientos, y son los que le permiten atravesar la tormenta sin caos. Hoy es un enorme mérito. El objetivo es sostener el equilibro con el deseo de que la sangre no llegue al río.

 

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