El problema del dengue se instaló como una de las mayores preocupaciones de las autoridades y la comunidad, y no es para menos: enfrentamos el mayor brote de la historia en el país, situación que naturalmente repercute con fuerza en Catamarca. El dengue ya es una enfermedad endémica, esto es, que tiene una circulación constante a lo largo del tiempo y de un modo bastante predecible, pero en esta ocasión todo se salió de control. Argentina va camino a quebrar el récord anual de infectados, hecho que los expertos señalan como una certeza, ya que hasta aquí la cifra máxima de casos confirmados en las 52 semanas de un año fue de 130.000 en 2023 y ahora ya suman 120.000, cuando todavía restan días de marzo, todo abril y al menos dos semanas de mayo para que el frío comience a matar a mosquitos y larvas.

*****
En Catamarca todavía no se trata de la peor experiencia. Un hecho trágico tuvo lugar hace 15 años, aquella vez con bastante responsabilidad oficial. Ocurrió que hubo un brote de dengue y una persona fallecida, pero se transitaba el tramo final de la campaña rumbo a las elecciones legislativas de 2009, y nadie quiere un muerto en el cierre de su campaña. Por eso, el Gobierno Provincial de aquella época omitió referirse a lo que sucedía y la falta de información y prevención generó un desastre con casi 10.000 infectados y un número indeterminado de fallecidos (que no se comunicaban oficialmente).

*****
Hoy Catamarca tiene más de 6.000 casos y 5 fallecidos, mientras en el país los decesos confirmados son cerca de 80. Es al menos la punta visible del iceberg porque es seguro que los números son mayores, ya que muchas personas se enferman, pero no asisten al médico y, por ende, sus casos no se registran. Y es correcto que Salud no los cuente porque la idea es ser lo más precisos posibles y no lanzar números estimados en un tema tan delicado. ¿Cuál es la solución? Mágica no hay ninguna. Es tomar en serio la situación y no esperar que el Estado resuelva todo. Hay que cuidar cada hogar, descacharrar, desmalezar y limpiar. Ya no alcanza con reclamar que otro lo haga, sencillamente porque Provincia y municipios no dan abasto.

El Esquiú.com