La incoherencia como bandera

Alrededor de 300 familias catamarqueñas quedaron sin trabajo, y muchas otras viven días de incertidumbre, a partir de los despidos y amenazas de más recortes de personal en las delegaciones locales de organismos nacionales como Inadi, Télam, los Centros de Referencia, el Instituto de Agricultura Familiar, Anses, Vialidad Nacional, Radio Nacional, INTA, etc.; desastre que se agrava con otras medidas devastadoras para el interior como la paralización de la obra pública y la eliminación o reducción de los fondos que se deben girar a las provincias, como subsidios, Fonid y otros más.

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Sobre el tema comenzaron a manifestarse legisladores y concejales locales, en ambos casos del oficialismo provincial, al analizar el impacto que tienen estas decisiones en Catamarca. Los diputados recordaron que “los organismos nacionales permiten la presencia del Estado Nacional a lo largo y ancho del país, realizando un trabajo federal y en conjunto con las provincias y sus municipios. En provincias como Catamarca, dado su tamaño y características geográficas, las oficinas y delegaciones posibilitan que más catamarqueños puedan realizar sus trámites y acceder a los derechos que les corresponden”, por lo que exigieron la reincorporación de los despedidos. Los concejales, por su parte, condenaron “la insensibilidad del presidente Javier Milei y su equipo de colaboradores, quienes no sólo están hundiendo en la miseria a nuestro pueblo, sino que con inédita crueldad se burlan y se jactan constantemente del dolor que están produciendo en nuestra gente”, para sostener que “no podemos optar por un silencio cómplice ni admitir que se continúe avanzando con este desquiciado plan de odio, discriminación, amenazas y represión”.

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Pero la reacción más insólita vino de parte de representantes libertarios en la provincia, concretamente el diputado Adrián Brizuela, quien como gran solución propuso que el Estado provincial contenga a los trabajadores despedidos. Una incoherencia total ya que busca el cobijo del mismo Estado al que se quiere recortar, y que califican como la organización criminal que hay que aniquilar, según palabras del presidente Milei. Una muestra más de la fragilidad ideológica y de una postura que consiste en rechazar o aceptar cualquier norma según sea funcional a sus intereses, que claramente no son los del pueblo argentino.

El Esquiú.com