Gran Hermano llegó a su fin, en un ciclo por demás exitoso, que culminó con la coronación de Marcos Ginocchio como ganador de la edición 22/23 del reality. El salteño cautivó a un público que lo acompañó desde principio a fin.

Dentro de los premios que se llevó el flamante ganador, está la suma de 19 millones de pesos, una casa y, quizás sentimentalmente lo más importante, la compañía de la perrita Mora, quien ingresó a la casa junto a Caramelo, el otro cachorro.

Los perros ingresaron a la casa más famosa del mundo, en las últimas semanas, donde el ambiente y la tensión ganaban en espesor y la conexión entre Marcos y la pequeña fue inmediata.

Luego de un tiempo lógico, la nueva compañera del “Primo” regresó a sus brazos y las cámaras de Telefé captaron el momento del emotivo reencuentro antes de conocer su nuevo hogar en el norte del país.

Marcos por su parte, no pudo contener la emoción: “Es una super compañera que encontré en la casa y me dio mucha contención. La extrañé muchísimo. Es hermoso saber que me la llevo a mi casa y va a estar conmigo”.

Para la alegría de su buen caudal de seguidores, Marcos retrató varios momentos de la nueva experiencia de Morita. Primero en el aeropuerto de Salta, donde se reencontró con Valentina, la hermana de Marcos que también tuvo su paso por la casa.

En otro de los videos se ve a la perrita corriendo de lado a lado en el patio de la casa del ganador de Gran Hermano, una imagen repetida de la estadía de Caramelo y Mora dentro del reality.

Sin dudas vienen momentos más que gratificantes para Marcos en compañía de Morita, un amor que nació dentro de la casa y que terminó siendo el premio más grande que se llevó el salteño a su tierra natal