Este viernes, la Comunidad de Madrid anunció la limitación de las reuniones sociales tanto en el ámbito público como privado de personas que no sean convivientes entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana. Mientras que otras regiones españolas, como la Comunidad Valenciana y Castilla León, decretaron el toque de queda para evitar la propagación del coronavirus.

El Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, informó que esa restricción de las reuniones será acompañada de otras medidas de limitación de horarios.

Por su parte, Castilla y León está buscando la fórmula legal para implantar en la región, una de las más extensas del país y la que cuenta con un mayor número de provincias (9 en total), el toque de queda a partir de las 21 o 22 horas.

El presidente de la autonomía, Alfonso Fernández Mañueco, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, informaron, tras una reunión, que buscan que el toque de queda esté en vigor este mismo fin de semana.

En este sentido, Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, activó un confinamiento nocturno de seis horas hasta el próximo 9 de diciembre, que será efectivo a partir de que el Tribunal Supremo de la Comunidad Valenciana (TSCV) dé su visto bueno. En el caso de que el TSCV no avale la medida, Puig ya ha anunciado que pedirá al Ejecutivo de Sánchez que declare el estado de alarma para ampararla.

La Junta de Andalucía anunció el toque de queda en la ciudad de Granada y la ciudad autónoma de Melilla pidió al Gobierno que declare el estado de alarma.

La líder del partido político Ciudadanos Inés Arrimadas, pidió este viernes que el Gobierno tome las riendas de la crisis sanitaria, para evitar las decisiones contradictorias que están tomando las diferentes Comunidades Autónomas. Arrimadas dijo que respaldará, con sus 10 diputados, a Pedro Sánchez si decide volver a decretar el estado de alarma a nivel nacional.