El uso "desproporcionado" de la fuerza por parte de Irán en la represión de las protestas que han sacudido el país desde septiembre debe terminar, dijo el jueves el jefe de derechos de la ONU en medio de la intensificación de la opresión en las zonas kurdas en los últimos días.

Los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se reúnen en Ginebra para estudiar una investigación especial sobre la represión de las protestas masivas en Irán, que estalló tras la muerte de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini el 16 de septiembre.

Las protestas se han centrado especialmente en los derechos de las mujeres -Amini fue detenido por la policía de la moral por un atuendo considerado inapropiado según el código de vestimenta islámico de Irán-, pero también han pedido la caída del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

Los disturbios han supuesto uno de los desafíos más fuertes para la élite clerical gobernante de Irán desde que llegó al poder con la revolución islámica de 1979, aunque las autoridades han aplastado anteriores olas de protestas importantes.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, dijo que Irán se enfrentaba a una "crisis de derechos humanos en toda regla", con 14.000 personas detenidas, incluidos niños, mientras Alemania e Islandia impulsaban una misión de investigación en el país.

Aunque la presión en Ginebra para que se investigue a Irán cuenta con el respaldo de un amplio grupo de países, la votación del jueves puede poner a prueba la influencia de Occidente en el dividido Consejo de Derechos Humanos, tras el intento frustrado de examinar a China el mes pasado.

Los diplomáticos afirmaron que la votación podría ser ajustada. Turk sostuvo que Irán no ha respondido a una solicitud que había hecho para visitar el país.

El observador de derechos de la ONU dijo esta semana que al menos 300 personas han muerto en las protestas desde septiembre y dijo informes de al menos 40 muertos en zonas kurdas desde la semana pasada.

Irán no ha dado ninguna cifra de muertos entre los manifestantes, pero el viceministro de Relaciones Exteriores, Ali Bagheri Kani, dijo el jueves que unos 50 policías habían muerto y cientos habían resultado heridos en los disturbios, la primera cifra oficial de muertos entre las fuerzas de seguridad.

La representante de Teherán en las conversaciones de Ginebra, Khadijeh Karimi, acusó a los Estados occidentales de utilizar el consejo de derechos humanos para atacar a Irán, algo que calificó de "atroz y vergonzoso".