El Gobierno ecuatoriano extendió el Estado de Excepción hasta el próximo viernes, por nuevos actos bochornosos y huelga de algunos integrantes de la Policía Nacional en la sede de la Asamblea Nacional.
Por medio del Decreto Ejecutivo 493, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó la movilización de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno en todo el país, así como las seguridades indispensables a la Asamblea Nacional.
En tanto, el presidente del Poder Legislativo llevó a la Fiscalía General pruebas documentales de la alteración del orden de algunos elementos de la guarnición policial en el Parlamento.
En respuesta a algunos medios de prensa nacionales y de otros países que cuestionaban que hubiera existido un intento de magnicidio, pese a los impactos de proyectiles de alto calibre en el automóvil donde fue rescatado Correa, otras revelaciones aportaron más elementos. El registro de comunicaciones de la Central Radio Patrulla de la Policía Nacional dejó en evidencia que durante la noche del jueves 30 de septiembre, elementos sublevados dieron la orden de matarlo. Mensajes explícitos fueron transmitidos por radio a los policías, como “mátenle al Presidente”, “maten a Correa”, “el man no sale hoy”, “mátenlos, boten bala, dispárenle”, “embósquenlo”, “no dejen salir a ese maldito”, “corten el fluido eléctrico”, junto a ofensivos calificativos.