Columna Política

miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00
miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00

A las posibles candidaturas de José Luis Barrionuevo (“Recuperación Peronista”) y Ramón Saadi (“Unidad y Lealtad Justicialista”), por dos sectores tradicionales del peronismo local, se podría sumar la del diputado provincial Jorge Moreno, el hombre de la llamada Renovación Peronista, que estudiaría conformar un binomio con la gremialista Miriam Juárez, alguien que ha comenzado a transitar los caminos de la política, a punto tal que el año anterior participó efectivamente de la compulsa para determinar los cargos nacionales de diputado y senador. Estamos hablando de la elección interna del 31 de octubre y de postulaciones a la gobernación, nada menos. Detrás de ellos hay que ver, en las distintas jurisdicciones, quiénes los acompañan, sea como candidatos a diputado provincial, a senador en ocho departamentos que renuevan sus bancas, a intendente de 34 municipios y a concejales. Obviamente, se trata de una lista muy difícil de conformar, por el número de cargos y por otra razón elemental, de carácter eminentemente política: un pedazo grande del peronismo se guarda para estar en la alianza que pueda vertebrar el Frente para la Victoria.

Cómo reaccionarán los afiliados peronistas a las candidaturas de Saadi, Barrionuevo y Jorge Moreno es un gran enigma, mucho más si el próximo viernes son establecidas para conformar, días más tarde, alguna alianza estratégica. Por afuera, como puede apreciarse, está quedando el cuarteto que, conformado por Dalmacio Mera, Eduardo Pastoriza, Raúl Jalil y Lucía Corpacci, ha respondido a la sugerencia (¿u orden?) de la Casa Rosada de trabajar en un gran acuerdo político y social que se oponga al Frente Cívico, inclusive más allá de lo que haga el peronismo. Esto último está sellado y lacrado: después de la interna, los márgenes de negociación serán escasos, casi nulos, por lo que desde ya hay que aventurar un peronismo, por lo menos, partido en dos.

Los ánimos, en algunos sectores peronistas, no están muy tranquilos que digamos. Ya hubo algún round, alguna mano que voló por el aire y se estrelló en el rostro de otra persona y, nada menos, se utilizó como ring a un reconocido hotel de la calle República. Deberían saber el intendente Morra y el ex diputado Carrizo, los contendores ocasionales después de una discusión política, que no hay formas de unificar criterios. Los que quieren asegurarse hoy, pueden perder mañana, y viceversa, los que se guardan para el futuro pueden perder por los hechos de la actualidad. Así de claro.
 

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