EL SECRETARIO

jueves, 19 de agosto de 2010 00:00
jueves, 19 de agosto de 2010 00:00

La falta de coincidencias entre funcionarios nacionales y provinciales, convertida desde el año 2009 en un clásico político, se deslizó peligrosamente hacia un ámbito de sumo interés y preocupación para el conjunto de los catamarqueños: la minería. Jorge Mayoral, el hombre de confianza de Cristina Kirchner en la materia, no tuvo miramientos para analizar la actuación de los funcionarios locales, en términos de acciones y gestiones. Fue demasiado gráfico: los instó a dejar de dormir la siesta. Se trató de una especie de respuesta para lo que había expresado Jorge Eremchuk, el hombre elegido por Brizuela del Moral para suplir a una gestión anterior que, ya nadie duda, fue sencillamente nefasta. El flamante funcionario, sin nervios ni tensiones, fue cauto al decir que “la política minera de la provincia es lenta, pero segura”.


En medio de este “toma y daca”, lamentablemente, existe una situación que nadie puede soslayar: la minería está parada. La Alumbrera se apresta, ahora mismo, a terminar la explotación, y no en 2016 o 2017 como se había dicho, y Agua Rica transita por escabrosos caminos legales para su puesta en marcha. Ello plantea un futuro sin ganancias y sin regalías, con lo que se volvería a la época de la dependencia total de la Nación que nadie desea. ¡Ojo con esto! Por lo pronto, Mayoral ha vuelto a repetir “me alegra que el gobierno provincial reconozca su lentitud para con el sector. Cuando lo dije, hace algunos años en Andalgalá, me cuestionaron. Ahora, al menos, algunos reconocen aquel planteo”.


En cuanto a la seguridad también fue claro: “¿Cuál es la política segura si aún no se ha brindado a los operadores mineros que quieren invertir las mínimas garantías para hacerlo?”. Asimismo, le pidió al gobierno local que le explique, “no a éste funcionario sino a la sociedad catamarqueña, cómo la minera canadiense Yamana, socia accionaria en Alumbrera, en el mismo momento y con el mismo escenario no tuvo ningún inconveniente en invertir más de 850 millones de pesos para poner en marcha el proyecto Gualcamayo, en San Juan, generando infraestructura, emprendimientos de servicios y fuentes de trabajo para muchos hermanos sanjuaninos”.

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