La senadora Nacional del FCyS, Blanca Monllau, adelantó, durante su intervención en el recinto de la Cámara Alta, que no acompañará el paquete de proyectos presentado por el Poder Ejecutivo Nacional que busca reformar el Consejo de la Magistratura, en particular, y el sistema judicial argentino, en general”.

La actual presidente del bloque del Frente Cívico consideró que la ‘democratización de la justicia’, tal como la entiende el Gobierno, no es otra cosa que un eslabón más del sistema hegemónico que busca ‘ir por todo’”.

Inmediatamente, la catamarqueña explicó que un planteo hegemónico “se articula en un sistema de creencias que busca expropiar la realidad, traduciéndola en un discurso único que aplana todas las otras realidades; un discurso excluyente que destrata, niega e ignora a quienes no se sienten reconocidos en el modelo”.

Durante su intervención, Monllau fue terminante al afirmar que “el frente gobernante, claramente, no busca democratizar, sino más bien avasallar y terminar con lo que queda de la justicia y los organismos independientes, sometiendo y disciplinando a los que no se inscriben dentro de este esquema hegemónico, aunque se ponga en jaque la propia Constitución Nacional.

Por otra parte, la legisladora también advirtió que la carta magna nacional puede verse vulnerada cuando las mayorías parlamentarias responden al Poder Ejecutivo –como ocurre hoy en ambas Cámaras- y el Poder Judicial se quede sin resguardos institucionales, al estar también controlados por mayorías dominantes, pero circunstanciales.

Monllau cerró su intervención expresando que “aún sobrevuelan muchos de los espectros de nuestra historias que no se reducen sólo a los 30.000 desaparecidos, sino que incluyen a las víctimas de la Embajada Israelí y de la AMIA, los muertos de Cromañón, la tragedia ferroviaria de Once y los jubilados que pasaron a otra vida esperando la justicia del 82% móvil. También están los espectros de Julio López, Mariano Ferreyra, de las víctimas de la violencia y los accidentes de tránsito, de los explotados, de los desempleados, de los jóvenes adictos al paco, de la violencia simbólica, de los pobres que ven cristalizadas día a día sus frustraciones fruto de la corrupción, de los que son invisibilizados por pensar diferente, de los que esperan justicia y castigo para los corruptos que circulan impunemente.”