En una clara señal a los mercados, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner rechazó ayer en forma categórica la posibilidad de una devaluación del peso y apuntó contra los sectores que impulsan esa medida, al advertir que “los que quieran ganar plata” mediante esa vía “van a tener que esperar otro gobierno”.
“Mientras yo sea Presidenta, los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones van a tener que esperar otro gobierno, no con nosotros”, disparó al encabezar un acto en la Casa Rosada, donde lanzó incentivo para los productores trigueros.
La mandataria se pronunció así luego de que la semana pasada el dólar paralelo diera un nuevo salto y llegara a rozar una cotización de 10 pesos, con una brecha que ya supera el 90 por ciento respecto al oficial.
De esta manera, no sólo buscó enviar una clara señal a los mercados, sino que ratificó la política cambiaria y salió a responder a quienes promueven una devaluación y a las críticas de economistas y dirigentes de la oposición acerca de la fuerte escalada del dólar paralelo.

"Cuentito devaluacionista"

“Está visto cómo quedaron los gobiernos que cayeron en las recetas devaluacionistas”, señaló la mandataria al atribuir esas versiones a la proximidad con las elecciones legislativas de este año y agregó: “Ese es el cuentito de siempre en la Argentina”.
La Presidenta advirtió: “Es típico, hay elecciones y algo pasa en la economía o surgen todo tipo de escándalos”, y añadió que “tenemos diez años de gestión, no empezamos ayer, no es este un gobierno de sorpresas”.
“No esperen medidas contradictorias con el corazón mismo del modelo, que rechaza todo lo que signifique transferencia compulsiva de ingresos de clases bajas y clases medias a sectores concentrados de la economía”, explicó.
A fin de llevar tranquilidad a la ciudadanía, añadió: “¿Adónde quedaría el proceso de industrialización con un dólar que se dispara? Nadie que nos conozca puede pensar que haríamos eso, lo dicen para asustar a la gente y lograr títulos escandalosos”, se quejó.

Políticas pasadas

En otro tramo de su discurso, fustigó al gobierno de la Alianza por el recorte de haberes de jubilados y empleados públicos, y también por el proceso de endeudamiento realizado en ese gobierno.
Denunció que los que defendieron las políticas neoliberales “durante 50 años lucraron con el hambre, la miseria y la desindustriliazación”, y agregó que “cuando hay gente que no tiene plata, la gente come menos y se exporta más”.
“Con largas colas de desocupados, los salarios bajan, se come menos y se puede exportar más. Esto no funcionó, daba lugar a crisis institucionales recurrentes”, advirtió. “Todos saben lo que pensamos: la necesidad de seguir con un proceso de industrialización, que sea de mayor calidad, y también creemos en la importancia de querer agregar valor”, puntualizó.

Críticas a ex funcionarios K

También criticó declaraciones de ex funcionarios de su propio gobierno, como el ex ministro de Economía Martín Lousteau, de quien recordó su proyecto de la resolución 125 de retenciones a la soja que desembocó en el conflicto con el campo, y al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, a quien calificó irónicamente como “el creador del kirchnerismo”.