Ya lo había pedido “Chichi” Sosa durante la semana. Resultaba crucial convocar a la convención de la UCR para analizar la situación política de cara a las elecciones y los acontecimientos, como la suspensión por única vez de las PASO, que se avecinan. De esta manera, la recortada conducción partidaria, resolvió convocar a los convencionales para el viernes venidero. Lo hizo con una agenda que no dice nada, aunque las propias circunstancias obligarán a debatir las cuestiones de fondo. Eso de la rendición de cuentas de los legisladores nacionales y/o provinciales es puro verso. Ninguno de ellos ha llevado adelante algún proyecto de valía o que merezca un análisis partidario que lo respalde. Por lo tanto, con discusión o sin ella, hasta el convencional más despreocupado preguntará qué hacemos si la gobernadora, por las señales que hay, adelanta las elecciones para marzo. Frente a ese hecho, no hay rendición de cuenta que valga ni postergación de las posiciones que reclaman los afiliados y, especialmente, quienes están virtualmente afuera de la orgánica partidaria. Sin embargo, que a nadie le extrañe que algún sector conservador sugiera esperar la convocatoria oficial para así proponer, cuando ya no haya tiempo para nada, nominar los candidatos “a dedo”, algo que se hizo en forma ininterrumpidamente durante 24 años (1987-2011). Recordemos que, recién en 2013, por imperio de las PASO, se produjo una puja interna entre Brizuela del Moral y el nombrado “Chichi” Sosa por la candidatura a diputado nacional.

****
La gran duda de esta convención será quiénes digan presente. Cuando la convocaron, la decisión corrió por cuenta de aquellos que tomaron el partido “de facto”, al no facilitar que se realizara la interna del 2 de junio, la que dividió las aguas por mitad. Así es como Brizuela del Moral (el precandidato mejor posicionado del radicalismo según la encuesta que sea), Ricardo Guzmán, Augusto Acuña y el “castigado” Horacio Pernasetti (durante el proceso de la interna, y más tarde también, le dijeron de todo) no figuran en la orgánica y su presencia para la convención, o la de sus voceros, es dudosa. Como quiera que sea, por lo observado el miércoles, habría voluntad de “marchar juntos” hacia una elección difícil y complicada como cualquiera elección provincial. Recordemos que en 2017, en el perímetro capitalino, hubo un virtual empate técnico.

****
Luis Barrionuevo, que incursiona por la provincia unas tres o cuatro veces por año, nadie le puede discutir su amor por Catamarca. Estuvo de visita estos días y, como lo hace siempre, cumplió los rituales que lo caracterizan. Fue a radio República, donde tiene en Adriana Ana a la periodista de sus preferencias, y desde allí hizo política. Ofreció respaldo pleno para que Raúl Jalil sea finalmente el sucesor de Lucía Corpacci y amenazó con meterse a jugar cualquiera interna que obstruya este propósito. Hasta llegó a decir que si el entorno de la gobernadora la convence de repetir un tercero período, no tendría problemas en enfrentarla, lo cual no es otra cosa que una bravuconada. Hoy, en materia de votos, el bravo gastronómico estaría a una distancia sideral de Lucía, que contiene a prácticamente todo el peronismo y cosecha votos en sectores independientes. El tiempo de Barrionuevo, claramente, terminó en 2003 cuando cometió los errores que le permitieron al rival –la UCR- quitarle la gobernación por la que tanto había trabajado.

****
Pablo Sánchez, el exdiputado intransigente hoy dedicado a la actividad comunicacional, fue duro con Barrionuevo. Según su visión, es un ariete del macrismo que llega a la provincia a conspirar contra Corpacci. Calificándolo de “chirolita” de la oligarquía nacional, Sánchez entiende que el propósito de fondo de Luis es dividir el peronismo de Catamarca. No lo creemos, pero si hay que aceptar que el catamarqueño tiene una vieja relación de amistad y negocios con el actual Jefe de Estado. Ahh…en el aspecto institucional muy bien Barrionuevo. Inauguró un predio realmente hermoso para los trabajadores gastronómicos y, en ese rubro, no se le puede restar valor.

****
También en el interior de la provincia hay movimientos políticos. Por caso, el pasado martes, en la ciudad de Andalgalá, se reunieron los distintos sectores del peronismo. Fue una forma de responder al llamado de unidad que les hiciera Lucía Corpacci una semana antes, cuando fue a reabrir las puertas de la iglesia principal de la ciudad andalgalense. En el mitin de estos días dijeron presente la gran mayoría de quienes integran la mesa de consenso o de acción política del Frente para la Victoria. Digamos Martín Sarmiento, en nombre de la “13 de marzo”; Guillermo Haddad por la renovación; Lídoro Bice por la “Polaco Bice”; Miguel Gutiérrez por Unidad Ciudadana; José Vergara por Convergencia y José Eduardo Perea por “Renacer Justicialista”. Hasta dijo presente el secretario de la comuna de Aconquija, Claudio Vergara, quien  se alinea en la “Octavio Gutiérrez”, y en esta oportunidad convocó a la mesa para el 22 del corriente en la bella localidad del Este andalgalense. Lo único que llamó la atención de esta reunión fue la ausencia del concejal Sebastián Almada, electo en 2017 y único edil que se animó a enfrentar en serio al intendente Alejandro Páez. Más allá de presencias y pormenores, queda claro que el peronismo “huele sangre” por la imposibilidad legal de Páez de ir por un tercer mandato. Aprecia que la posibilidad de recuperar la intendencia no está lejos.

****
Un terceto que se las trae. Lo conforman el senador nacional Dalmacio Mera, el rector universitario Flavio Fama y el intendente de Belén, Daniel “Telchi” Ríos. Se reunieron, una vez más, y hablaron de la creación de la Universidad de Belén, un proyecto que ojalá se concrete alguna vez para beneficio de los hijos del oeste catamarqueño. Lo hicieron junto al Secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Pablo Domenichini, quien se prestó a una foto rodeada de connotaciones políticas y situaciones poco creíbles por los momentos que se viven en el país. Por empezar, hay que aclarar que Domenichini es un funcionario nacional de segundo nivel que no puede, por más que se lo proponga, resolver un proyecto de envergadura como es la creación de una Universidad. Mucho más si tenemos en cuenta que el gobierno que representa recortó los gastos de educación y obras públicas para 2019 y el presidente de la Nación, nada menos y nada más, se quejó del gobierno kirchnerista “de andar creando universidad”. Hasta su fiel ladera, María Eugenia Vidal, indicó que los pobres no van al nivel terciario y, que sepamos, los catamarqueños de tierra adentro no son precisamente potentados. 

****
De la foto por la quimérica Universidad de Belén se desprenden otras cuestiones. Es loable la lucha que lleva adelante “Telchi” Ríos, el único integrante del terceto que tiene territorio propio. Fama pierde porque la foto de una ilusión –por el momento, no es otra cosa- no la necesita. Con su gestión universitaria tiene peso propio y pergaminos que veremos cómo los reivindica en el mundo de la política. Por último está Mera, que juega a coleccionar fotitos que lo mantengan en la palestra. Ya ni siquiera le cuesta mentir o, en el mejor de los casos, omitir. Afirmó que el proyecto de la belenista universidad data de sus tiempos de diputado nacional (2009-2011), cuando todos saben que la Cámara de Senadores de la Nación, hace tres años, le dio media sanción a la iniciativa de Inés Blas de Zamora, una mujer que si pujó por su propia idea.

****
RECUERDOS. Como todos los domingos, martes y jueves, cerramos los “Apuntes” con la memoración de hechos ocurridos en el pasado cercano. El 16 de diciembre representa una fecha demasiado cara a los sentimientos políticos de los santiagueños. Ese día, hace 25 años, se producía una rebelión popular en la capital de la vecina provincia que terminaría con cuatro muertos y decenas de heridos. Virtualmente ardió el centro de la ciudad. Miles de personas, por la grave situación económica que se vivía, arrasaron con la Casa de Gobierno, los Tribunales, la Legislatura y las propiedades de los funcionarios que acompañaban la gestión del exgobernador Fernando Lobos, quien huyó y se refugió en la Jefatura de Policía para poder salvar su vida. Tan grande fue la reacción de la gente frente a la situación de pobreza que se vivía en 1993 que, inmediatamente, el Poder Ejecutivo Nacional pidió al Congreso la Intervención Federal. Al día siguiente, al crecer el saldo de muertos al número de 9, el presidente Menem firmó el decreto designando interventor federal a Juan Schiaretti, el actual gobernador de Córdoba. Ese día, los saqueos y los incendios continuaron en la ciudad de La Banda y otros lugares del amplio territorio santiagueño.

****
El 30 de noviembre de 1993, con la muerte de Nicolás Gómez, se ponía punto final a la tragedia de la Alcaidía, ocurrida el día 23 del mismo mes. Recordemos que la revuelta de los presos en la vieja cárcel de Virgen del Valle y Güemes había dejado como saldo nada menos que 12 muertos. Con Gómez, que estuvo una semana en estado de coma, fueron 13. A la par de esta noticia, los entonces diputados provinciales, Víctor Uriarte y Jorge María Ponferrada, presentaban una denuncia contra el exgobernador Arnoldo Castillo, el exviocegobernador Simón Hernández y el exsecretario Jorge Acevedo por haber visitado la cárcel y arrancar las fajas de seguridad que había colocado el juez Zeballos.