33 de mano

La frase que enfureció al dueño de la UCR

miércoles, 13 de noviembre de 2019 00:36
miércoles, 13 de noviembre de 2019 00:36

  -¿Víctor…leíste lo que dijo ahora Barrionuevo? ¡No me lo banco más, eh!

  -No, no vi nada. ¿Qué pasó?

  -Llamalo urgente  y decile de una: “Che Luis, Oscar está recaliente”.

  -Ok. Pero no entiendo qué pasó…

  -(Este entiende solamente de reelecciones) Fijate…aparece hablando del “recambio que hace falta”. No lo podemos permitir, es una tremenda calumnia. Encima se hace el canchero y la prensa lo llama “Raly”. Ya no sabe qué hacer el picarito ese para llamar la atención.

  -Ah, no, no. Ese es el chango Raly Barrionuevo, consagrado folclorista que estuvo varias veces en el festival del Cabrito, en Recreo.

  -¿Y por qué se mete con nosotros?

  -No, no. Escuchame genio: el artista se refirió al festival de Cosquín. Nada que ver. Nosotros venimos bien. Sigamos así, quédate tranquilo, ídolo.

  -Ah, bueno. Me voy a trotar un rato a los bosques de Palermo, vuelvo y te llamo. Saludos a los catamarqueños. 

  -Hasta la próxima reele…digo visita. Serán dados. Nos vemos.

  Días pasados, un diario cordobés tituló: “Raly Barrionuevo ausente en Cosquín 2020”, seguido de una frase contundente: “Me corro para que otros tengan el lugar que merecen”. Rara avis este Raly Barrionuevo, en medio de tanto egoísmo y posturas narcisistas surge con un gesto tan saludable como inesperado, en tiempos donde muchos se creen imprescindibles y con derecho a actuar en todas las ediciones en los festivales màs importantes. Ocurre en Cosquín y aquí en el Poncho también. Y no hay decretos ni leyes que avalen esa absurda postura de los conocidos integrantes del  clan  “somos los mejores”. El comunicado del conocido cantautor, dice: “Tengo la mejor con Cosquín y esta comisión, pero este año decidí correrme para que otros artistas emergentes, y no tanto, tengan el lugar que merecen. Nombro a José Luis Aguirre y Milena Salamanca como dos referentes de estos últimos años, pero son muchos más. Creo que es una manera de demostrar con hechos esto que venimos hablando sobre el recambio que hace falta en los festivales. Me gustaría que mi lugar sea ocupado por artistas que tengan algo sustancioso para decir”.

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  Esa es la frase que enfureció al perpetuo legislador nacional (ahora viene la jubilación y a descansar de no haber hecho nada con un jubileo de un cuarto de millón de pesos): “Es una manera de demostrar con hechos esto que venimos hablando sobre el recambio que hace falta…”. Un pensamiento válido tanto para Cosquín y todos los festivales del país, como así también para las estructuras políticas vaciadas de contenido democrático y puestas al servicio del amo que todo lo decide para seguir empachado con la receta que él mismo inventó (“Congreso a la parrilla con ensalada de berro”) y que un grupo de marionetas (“de cartón…” según canta Eduardo Franco con Los Iracundos) se encarga de tener el fuego listo a pura obediencia debida. Un plato que engorda únicamente los bolsillos, cabe aclarar. Suena a conocida la expresión de “la necesidad de un recambio que hace falta”. Así en los festivales folclóricos como en la política. Desde hace largos años y largas décadas. Pero el amo no quiere que esto pase en la vida política del radicalismo. Se resiste al cambio (¿al menos que sean pesos por dólares?). Mientras tanto, aquí en Catamarca, alguien que dice ser presidente del Comité Provincia de la UCR, llamado Alejandro Páez, promete llamar a una reunión. ¡Suenen bombos, clarinetes y platillos… habrá reunión en el comité! Aplausos para la brillante gestión. Se escuchan voces pidiendo la expulsión de las filas radicales para algunos sindicados como de “indisciplina partidaria”. ¿Y los que hicieron uso y abuso de las normas partidarias solamente para beneficio personal? ¿Hay que premiarlos? ¿A los que manejan la UCR local como si fuera un kiosco propio, hay que aplaudirlos? Por favor: bájense de la calesita de la hipocresía y llamen a las cosas por su nombre. La dignidad personal y política vale mucho más que una diputación o una concejalía. La ciega obediencia al amo no sirve para nada. Puede respirar tranquilo el mandamás. Por ahora, y si la conciencia se lo permite. Raly Barrionuevo se refería al festival de Cosquín. El festival de la UCR catamarqueña ya tiene quien maneje los hijos para que bailen las marionetas. Desde hace más de tres décadas. Y la vieja vitrolita sigue escupiendo mentiras.

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