Columna de opinión del CPN Germán Vittore

Los 10 mandamientos

Acuerdos para garantizar el pago de la deuda, la continuidad del modelo y compartir responsabilidad .
domingo, 12 de mayo de 2019 01:50
domingo, 12 de mayo de 2019 01:50

Al igual que los 10 mandamientos grabados en dos tablas de piedra, que Dios reveló a Moisés en el monte Sinaí; nuestro “Predicador itinerante” (como lo define el “Indio Solari” en una canción y que hace las veces de Presidente de la Nación), seguramente guiado por su deidad F.M.I., escribió una Carta con “10 puntos imprescindibles de acuerdo”. Carta que fuera enviada a varios precandidatos presidenciales de la oposición, a los 24 gobernadores y a diversos referentes empresariales, gremiales y religiosos para que todos se comprometan a llevar adelante este decálogo independientemente de quien gane las elecciones; e intentando también así, disminuir la incertidumbre electoral (que tan nerviosos pone a los poderes centrales, a los acreedores internacionales y a los capitales especulativos).

 

 

 

Punto 10. “Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores”

 

Comencemos por el final, y entenderemos a ciencia cierta, qué busca el actual Gobierno más allá del burdo marketing político de esta estrategia electoral.

El decálogo concluye con el pedido de acuerdo, para que todos se comprometan, a dar “cumplimiento a las obligaciones con nuestros acreedores”; es decir que se garantice el pago de la descomunal, improductiva y ya fugada deuda externa tomada por este Gobierno Pro. ¡¿Qué les parece?!

Se cae de maduro, respondería Jauretche: “son los cipayos al servicio del coloniaje”; o tal vez respondería también: “si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende” (y agrego yo: “encima un acuerdo con la oposición, para tranquilizar al Fondo, pretende”).

 

Este “Gobierno cipayo” al mejor estilo neoliberal, es un endeudador serial (deuda que luego otros Gobiernos deberán pagar).

 

Veamos; según el Observatorio de Deuda Externa (ODE), en los 3 primeros años de gestión, el Tesoro Nacional ya emitió deuda por 161.030 millones de dólares - u$s 161.030.000.000-.

Para tomar mejor dimensión nos preguntemos: ¿cuántos pesos representa esta deuda al tipo de cambio actual? ¡7 billones 407 mil millones de pesos -$ 7.407.000.000.000-¡; ¿cuántos dólares se tomaron de deuda por mes? 4.472 millones -u$s 4.472.000.000-; ¿cuántos por día? ¡150 millones -u$s 150.000.000- por día!.

Si a esta deuda del Tesoro le agregamos las emisiones de las provincias y de las empresas la deuda total llega a los 187.706 millones de dólares - u$s 187.706.000.000-.

 

“Pesada Herencia” (default y fuga)

Esta descomunal deuda tomada, hasta por 100 años y con el mayor préstamo de la historia del F.M.I., no sólo nos llevó al Default en tan corto plazo (el cual ya es un hecho) sino que condena el futuro de nuestra Nación (por generaciones); vía implementación de cruentos ajustes (con pérdida de derechos elementales) para honrar su cancelación.

 

Los vencimientos de deuda en moneda extranjera de los próximos 4 años (siguiente período presidencial) arrojan un escalofriante total de ¡u$s 148.501 millones!:

  • 2020: u$s 20.376 millones
  • 2021: u$s 31.608 millones
  • 2022: u$s 49.923 millones
  • 2023: u$s 46.594 millones

 

Aclaraciones adicionales:

  • el 80 % de la deuda cambiemita vence en estos 4 años;
  • de los u$s 57.000 millones otorgados por el F.M.I. sólo quedan pendientes desembolsos por tan sólo u$s 3.875 millones en 2020 y u$s 1.937 millones en 2021 (¡ya se esfumaron más de u$s 51.000 millones!) y
  • en el trienio 2016/2018 se fugaron ¡u$s 94.274 millones! (el 60 % de la deuda tomada ya se fugó; así como entró salió del País -una obscena puerta giratoria, que pagaremos todos-)

 

¿Qué les parece? ¿Nos habrán desfalcado? ¿Es exagerado afirmar que ya estamos en default? ¿Dejará este Gobierno endeudador una real pesada herencia?  

 

Punto 1. “Lograr y mantener el equilibrio fiscal, tanto en la Nación como en las provincias”

El inicio del decálogo tiene directa relación con el final del mismo y cierra el círculo (al revés). Es decir que todos firmen un compromiso de ajustar las cuentas públicas, todo lo que haga falta; para garantizar el pago, de la obscena deuda tomada (y ya desfalcada).

 

La premisa es lograr el “Déficit -Primario- Cero”; para liberar, el “Déficit Financiero” (cambiando la composición del “Déficit Total” que crece sostenidamente; ¡no disminuye!, a pesar de los cruentos ajustes).

 

Hay que convencer a la oposición y a toda la población que no se puede gastar más de lo que ingresa, pero sólo si los excesos en los gastos provienen de inversión en a la obra pública o en la ciencia o en garantizar la educación y la salud gratuita o en cubrir beneficios de la seguridad social (jubilaciones, AUH, etc.); sin importar, si los mismos se originan por los exorbitantes incrementos en pagos de capital e intereses de la deuda.

En este sentido la semana pasada les comentaba que este Gobierno y los grandes medios obsecuentes festejaron el haber sobrecumplido la meta del Ajuste Fiscal Primario del 1er. trimestre del 2019, que impactó principalmente en el área de prestaciones sociales; mientras que el Déficit Financiero creció un 31,5 % explicado por el incremento del 106,7 % en el pago de intereses (pagando por este concepto, en sólo 3 meses, la “módica suma” de ¡$ 125.129 millones!).

¿Queda claro cómo funciona la lógica cambiemita y neoliberal?

 

Es decir que se pregona “lograr y mantener el equilibrio fiscal” ajustando todas las partidas del Presupuesto Nacional (bajo las directivas del F.M.I.) postergando derechos y agudizando la recesión económica no para sanear las cuentas públicas con un objetivo loable, bienintencionado, que cimiente las bases para el crecimiento y el mejor vivir de todos los argentinos; sino para que se liberen los fondos públicos para pagar la exponencial deuda externa contraída. ¿Se comprende? ¿No hace falta buscar la definición de “cipayo”, no?

 

“Reformas e (in)dependecia”

 

Dentro del círculo de “los 10 mandamientos Pro” propuesto para que asumamos el compromiso de “mantener el equilibrio fiscal” ajustando y postergando a toda la población argentina para “cumplir las obligaciones” con el pago ciego de la descomunal deuda tomada; veamos sólo 3 puntos más, que considero relevantes (el resto son cáscara) ya que abren la puerta de próximas reformas pretendidas y atentan sobre nuestra libertad de determinar nuestra política monetaria y cambiaria.

 

Punto 7. “Consolidación del sistema previsional sostenible y equitativo que dé seguridad a los jubilados actuales y futuros”

Léase nueva Reforma Previsional para seguir ajustando las cuentas públicas. ¿Será tan “beneficiosa” como la promulgada por este Gobierno en 2017? 

 

Punto 5. “Creación de empleo formal a través de una legislación laboral moderna, que se adapte a las nuevas realidades del mundo del trabajo sin poner en riesgo los derechos de los trabajadores.”

Léase Reforma Laboral. Moderna y adaptada a las necesidades del mundo; ¡¿sin poner en riesgo los derechos de los trabajadores?! (permítanme dudar seriamente de que así sea). Además, ¿cómo nos fue con el empleo bajo el yugo cambiemita?

 

Punto 2. “Sostener un Banco Central independiente en el manejo de los instrumentos de política monetaria y cambiaria, en función de su principal objetivo que es el combate a la inflación hasta llevarla a valores similares a los de países vecinos”

¡¿Sostener un BCRA independiente?! Hay que ser realmente muy caradura, no? ¡Hoy el F.M.I. maneja sin disimulo alguno, abierta y directamente nuestra política monetaria y cambiara! ¡Hasta se viaja a Washington y se le pide permiso para aplicar cualquier política, por más nimia que sea! ¿No será que la mencionada independencia es para limitar a un futuro Gobierno opositor; para que pierda el manejo de dichas políticas? Además, ¿cómo nos fue combatiendo la inflación bajo el yugo cambiemita?, ¿no fue acaso la excusa para elevar las tasas de interés a la estratósfera y fomentar la obscena timba financiera? ¡Por Dios!

 

“(De) Acuerdo”

 

Nuestro “predicador itinerante” dice en una parte de su Carta, luego de mencionar (sin sonrojarse siquiera seguramente) el fortalecimiento de la democracia (que debilitó), la AUH (que oportunamente defenestró), el rechazo a la violencia política (que fomentó) y de lo estratégico del Mercosur (que casi extinguió): “Hemos tenido problemas para acordar sobre cuestiones básicas de nuestro desarrollo económico. Nuestra historia en este tema ha tenido muchos fracasos, convirtiendo nuestro país en una paradoja mundial por la falta de desarrollo y la pobreza pese a nuestros recursos y nuestras potencialidades”. Estoy de acuerdo con nuestro Presidente. En nuestra historia económica hemos tenido muchos fracasos (pese a nuestros recursos y potencialidades); pero siempre han ocurrido cuando se han implementado (vía golpes duros o blandos) modelos económicos similares, a los que Él está aplicando. Modelos neoliberales, aperturistas, desreguladores, des industrializadores, primarizadores, dolarizadores, especuladores, endeudadores y sobretodo, cipayos.

 

¿Es necesario un gran acuerdo nacional (político y social), para intentar salir de esta gran crisis Pro; que condena el presente y el futuro de todos los argentinos? ¡Claro que sí¡, pero seguro no es en base a estos “10 mandamientos cambiemitas”; claro está, no?

 

Hasta la próxima; y a seguir espabilando por favor.

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