El exintendente de Valle Viejo, Gustavo Jalile, refutó que la gestión actual, la cual encabeza Susana Zenteno, haya recibido lo que se conoce como la “pesada herencia”.  

Para quien estuvo a cargo del Municipio hasta hace poco más de un mes la gestión actual “dibuja” los números para “mentir que Valle Viejo es un municipio endeudado”. Además, rechazó haber nombrado casi 700 trabajadores aunque reconoció que fueron más de 300. 

 Jalile sostuvo que la jefa comunal “y su gente se quejan de que no les alcanza la plata para pagar sueldos y en la práctica eso es mentira”. En este sentido apuntó que “dibujan” los números “para mentir que Valle Viejo es un municipio endeudado y no es así”. “La realidad es que no saben qué hacer, ni como dar respuestas a los chacareros y a los empleados; a todos se les está agotando la paciencia”, observó.

El exintendente señaló que al contraponer los recursos que ingresan a las arcas del municipio y los egresos del mismo “vemos que la coparticipación afectada es del 81 por ciento, cuando mucho” puesto a que a ello “aún falta agregar lo que la Municipalidad recauda por Rentas y los desembolsos de juicios ganados que deben pagar la empresa provincial EC Sapem y la firma responsable de la obra de Cloacas, Coarco SA”.

En tanto, Jalile negó “rotundamente que hayamos nombrado a 700 empleados como dicen los auditores” del Tribunal de Cuentas. En este orden de ideas, indicó que de acuerdo a “los informes que presentamos ante los organismos, de los cuales tenemos copia, los empleados designados son 345 y vamos a presentar esos informes oportunamente cuando así lo solicite la Justicia”.

“Después hay cuestiones muy técnicas que no vale la pena discutir con gente que fabula y se cree sus propias mentiras”, deslizó el exjefe comunal. Así las cosas, destacó que su gestión “estaba autorizada a tener alrededor de 1300 empleados y nos ajustamos a esos números”. 

“Entregamos el municipio con un total de 1.158 empleados de planta permanente y 154 contratados y tenemos los documentos que lo prueban”, aseguró Jalile y explicó que para su gestión “el Pacto Fiscal ya estaba derogado tácitamente por la ordenanza de presupuesto, la que nos autorizaba a manejarnos con esos números”. “Al final dejamos el municipio con menos gente de la que lo recibimos en el 2015”, resaltó.

El “Gallo” apuntó que invocar un supuesto “incumplimiento del Pacto Fiscal como causal de despido para empleados de planta permanente, no solo es inaudito sino de una malicia absoluta”. Sucede que las personas que “están en planta permanente y tienen más de 60 días en el cargo tienen garantizada la estabilidad y no hay ningún pacto ni opinión de trasnochado que lo anule”.  

De esta manera afirmó que en la actual gestión “los empleados chacareros están viviendo una verdadera persecución que recuerda a la dictadura militar más atroz, cuando ordenaba traslados ilegítimos y cesantías de empleados, fundados en sospechas”.

Al finalizar, advirtió que “ponerse a jugar y querer judicializar esa situación traerá consecuencias económicas graves porque desatará una `industria del juicio´ contra el municipio y ahí sí se pone en riesgo el balance económico que se logró”. 

El detalle de los números según la gestión anterior

Jalile tomó como partida informes económicos de Nación y Provincia para afirmar que en enero Valle Viejo recibió $47.123.560 de ingresos (entre aportes de la coparticipación, por el Fondo Educativo, por el fondo de emergencia y de coparticipación proyectada). 

De esta forma contrastó con los recursos que salieron del Municipio. En este sentido, calculó que los egresos serán de $38.221.926 en total puesto que “se pagaron $30.884.096s en sueldos de Ejecutivo, $4.987.829 del sistema educativo municipal y $2.350.000 del Concejo Deliberante”.

Con esos números apuntó que Valle Viejo tiene un superávit de $8.901.634.