A consecuencia de la prohibición del ingreso de camiones en el departamento del este catamarqueño, especialmente en la jurisdicción de Bañado de Ovanta, las cosechas de soja y maíz están en duda y han generado el encono de los productores, varios de las cuales han cursado notas a las autoridades y prometen establecer denuncias, por daños y perjuicios, en la Justicia.
La medida de impedir el ingreso de los camiones cosecheros, dispuesta por los intendentes Olveira y Guaraz, tiene que ver con la pandemia. Ambos jefes comunales temen la llegada del virus por la presencia de foráneos que provienen de otras provincias -Tucumán y Santiago del Estero están pegadas al departamento- donde ya circula la enfermedad.

De acuerdo a fuentes bien informadas, el más firme en la prohibición es Guaraz, quien dio a conocer sus razones a través de las redes sociales. Una de ellas es que “la vida vale más que cualquier ley” o que “la soja se la puede guardar en silobolsas” hasta que pase la emergencia que vive el país.
El decreto presidencial

Cuando Alberto Fernández decretó la cuarentena total, a los días se conocieron las excepciones y una de ellas se relaciona a la producción, para lo cual existen protocolos que permiten -sin generar contagios- levantar las cosechas. Para ello, según se explicó, los contratistas instalan en los campos casas rodantes y los obreros no tienen contacto con la gente.
Los camioneros, a su vez, deben ser controlados al ingreso. Si tienen fiebre o síntomas del coronavirus no pueden avanzar. En caso contrario, se supone que no tienen problemas para levantar la cosecha y transportarla hasta los puertos.

Qué está pasando
El virtual cercado del departamento Santa Rosa, de no producirse una solución en los próximos días, podría derivar en grandes pérdidas económicas. Los trabajadores del rubro están al tanto de las prohibiciones y necesitan trabajar. Por lo tanto, si Catamarca les cierra las puertas, marchan a Tucumán o Salta, donde les esperan, aparentemente, menos problemas.
En cuanto a la soja, por ejemplo, se puede preservar en silos, es algo relativo. La producción actual está lista para ser levantada, pero una lluvia podría llegar a afectarla y tornarla inservible en un porcentaje equis.

Algunos números
Para ubicar al lector sobre los números que se juegan en la producción de Santa Rosa, digamos que aproximadamente están sembradas unas 70.000 hectáreas, de las cuales 40.000 son de soja y 30.000 de maíz, lo que daría unas 100.000 toneladas de la primera y 210.000 del segundo.

Para levantar esas cosechas, de acuerdo a la aritmética, se requiere la presencia en la zona de unos 12.000 camiones, lo que reporta en beneficios económicos varios para el comercio provincial: combustible, repuestos, alimentación, etc. Y en cuanto a los valores en bruto, la cosecha que no puede ser recogida por la decisión de los intendentes ascendería a 22 millones de dólares por la soja y 29 millones de la moneda estadounidense por el maíz.

Protocolos

En provincias como Santa Fe o Tucumán, los organismos relacionados al agro establecieron los protocolos para garantizar la eficiencia de la cosecha de granos gruesos en el contexto de la pandemia.
El INTA Tucumán, por ejemplo, establece como exigencias ineludibles el comportamiento de los camioneros, las cosechadoras, los tractores, cómo realizar la carga, la coordinación de egresos e ingresos, normas de higiene, etc.