33 de mano

No hubo nadie para el “¡Salí de ahí, Alberto!”

martes, 7 de abril de 2020 01:08
martes, 7 de abril de 2020 01:08

La historia cuenta que un 15 de septiembre de  2012 se enfrentaron en un hotel de Las Vegas Sergio “Maravilla” Martínez y Julio César Chávez Jr.. El púgil argentino ganaba de manera clara hasta el round número once y en el último casi fue noqueado por el boxeador mexicano, algo que hubiera sido  una injusticia. Fue en ese último capítulo cuando Martínez la estaba pasando mal y se escuchó el grito desesperado del relator Walter Nelson “¡salí de ahí, Maravilla!”, que se exponía sin necesidad alguna, pero valientemente,  ante su rival. Todos quienes veíamos la pelea frente al aparato de televisión, escuchamos nítidamente ese grito que le salió del corazón al periodista. Lo animó el espíritu de compatriota y el deseo de que Martínez  gane la pulseada que estaba librando arriba del  ring. Las escenas vividas en la última semana en el país,  que tuvieron como excluyente protagonista a la figura del presidente Alberto Fernández en el contexto de la lucha librada contra el maldito virus, nos movió a la idea de buscar una analogía con aquella contienda boxística. Pero lamentablemente, al primer mandatario nacional le faltó un Walter Nelson que le gritara que se apartara de la grieta que “Branca y su pandilla” no quieren sepultar porque se quedan sin sustento para justificar su existencia. Queda claro que nos referimos al “conejo negro” (no hay mago que lo haga trabajar) Diego Brancatelli, y cuando decimos “y su pandilla” aludimos a los cientos y cientos que lo imitan a lo largo y ancho del país. Son los que hacen oídos sordos a que no hay lugar para la grieta en la Argentina. Son los que no quieren ver unidos a los argentinos. Son los que embarran la cancha porque en ese terreno se mueven como pez en el agua. Ojo, nada gratis: cobran y muy bien, para hacer su trabajo. Los muchachos de “Branca y su pandilla” saben que cuando más profunda sea la grieta, más son las posibilidades de facturar a fin de mes. Lo contrario los dejaría sin herramientas para pasar por ventanilla. 
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  Un tropezón no es caída. Es eso nomás: un tropezón; después,  a levantarse y seguir andando lo mejor posible. Algo así le pasó al presidente Fernández el pasado viernes cuando algo falló en la instrumentación de la modalidad para pagar a los jubilados y los viejos –dicho con cariño y respeto- la pasaron muy mal. Alguien se equivocó feo y ojalá no vuelva a repetirse jamás. Pero antes y después de ese lamentable error,  con pocas horas de diferencia, a Fernández lo encandilaron las luces de la grieta que agitan “Branca y su pandilla” y transitó por el camino equivocado. Veamos: el presidente sabe que Hugo Moyano no es ni tan inmenso ni tan ejemplar. Conoce a la perfección lo que opina el 99 % de la ciudadanía sobre Moyano y no son loas precisamente. Acto fallido por donde se lo mire. Propinó un insultó por cadena nacional y más allá de que el destinatario sea merecedor del mismo, su mensaje se distinguía por prudente y tranquilizador. El perfil del mandatario que lleva paz y esperanza al pueblo es lo que la gente elogia y no el estilo prepotente al que nos tenían acostumbrados otros…y otras. El estilo de la grieta. Se enojó con la oposición porque lo empujaron “Branca y su pandilla”, justamente cuando la dirigencia opositora lo está apoyando. Y lo peor de todo: los petarderos de su propio equipo lo miden con una vara muy baja, con comparaciones con el innombrable que se fue. De muy mal gusto y escaso beneficio presidencial. Ahora lo metieron en la pelea por los descuentos y donaciones de funcionarios y legisladores. Por favor: ¡dejen gobernar a Fernández! El país lo necesita lúcido, decidido y con coraje para hacer frente a semejante enemigo como es el coronavirus. No lo metan en puteríos baratos que inventa “Branca y su pandilla”. Entiendan de una vez por todas: el país necesita estar unido. Hoy más que nunca. El mejor ejemplo lo vivimos el domingo: el milagro de seis canales de aire de la siempre enemiga televisión argentina, unidos en favor de la Cruz Roja en una transmisión en vivo que duró seis horas: se recaudaron casi 88 millones de pesos destinados a los sectores más carenciados. Aprendan los Brancatelli: la unión y la solidaridad nos hará bien a todos los argentinos. A todos aquellos que quieren la división, un sano consejo: busquen una tortuga y váyanse despacito a la…bueno, ahí mismo. Con el respeto que nos merece: “¡salga de ahí, Alberto!”.

Kelo Molas
 

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Comentarios

8/4/2020 | 12:49
#149006
Este Kelo Molas es el que fue al Congreso a armar el circo de Oscar Castillo contra el peronismo. Un mercenario resentido. Una rata, viudo del FCS
7/4/2020 | 14:16
#149005
Este mal llamado periodista ya me tiene harta!!!! Mandate a mudar!!!! Cuanto cobras por chupar medias???? Un buen presidente respeta al opositor. y este ... no lo hace