Desde la oposición, puntualmente desde el bloque radical en la cámara baja, criticaron en duros términos al Gobierno. Bajo el título “vienen por todo, la reforma judicial es parte del plan”, no solo cuestionan al Gobierno por la “reforma” al Poder Judicial sino que también hacen un llamado a la ciudadanía a defender las instituciones. 

En el documento, los diputados radicales expresan su ”rechazo a las políticas del Gobierno que, a fuerza de decretazos y la aprobación amañada de leyes (...) atentan seriamente al sistema democrático, dinamitando la calidad institucional y afectando las garantías individuales y colectivas”. “En codicia descontrolada, vienen por todo”, afirman los diputados para observar la “mascarada que oculta sus verdaderas intenciones -lo que pomposamente llaman ‘reforma judicial’-, no es más que un eslabón -clave y pieza fundamental- del siniestro plan orquestado y premeditado”.

En este sentido, contemplan que “tomar por asalto, manipular y colonizar el Poder Judicial, para convertirlo en sede partidaria, es un claro avasallamiento a la independencia de poderes y un peligroso quebrantamiento en la organización jurídica y social”.
De esta forma consideran que el incremento de cortesanos en dos oportunidades por parte del oficialismo y la eliminación del Consejo de la Magistratura “es parte de un proyecto hegemónico, que se explica a partir de una desmedida ambición por la suma del poder público”.

En el documento, cuestionan la ampliación de la Corte. “El manoseo a la composición del máximo tribunal, al pauperizar su naturaleza misma, corroe aún más los cimientos del Poder Judicial”, sostienen para deslizar: “Forzar a cualquier precio casilleros vacíos en la estructura judicial para designar jueces y fiscales elegidos y designados desde el amiguismo o la afinidad partidaria es quitarle seriedad, respeto y prestigio a lo que debiera ser la reserva moral en la administración de las leyes”.
Incluso deslizaron que la Justicia no “es un botín de guerra para el reparto oprobioso entre facciones internas o ámbito devaluado para el canje, trueque o moneda de cambio”. Así las cosas, exhortan al Gobierno a “abandonar sus arrebatos despóticos con los cuales generó un clima hostil y de tensión social”. 

Sucede que “una Justicia adicta o domesticada no es solamente para urdir un entramado de impunidad, también podrá ser usada -algunas señales recientes ya dieron- como instrumento para que tenga vía libre un modelo de gestión basado en el brutal ajuste a los sectores mayoritarios, criminalizar la protesta social y sindical, reprimir cualquier intento de reacción popular y –poniendo en marcha el aparato represivo- anular la capacidad de lucha y movilización de la clase trabajadora”.

“Es incomprensible e injustificable que, en medio de la emergencia sanitaria, con todos los indicadores provinciales negativos (...) le pongan tanta dedicación a la construcción de una justicia militante”, objetan luego los diputados opositores.

“Advertimos que todos aquellos que hicieron uso ilimitado y abuso de poder, terminaron mal”, sugirieron y subrayaron: “Frente a los arrebatos del Gobierno por querer adueñarse de todas las instituciones, hacemos un llamamiento al pueblo de la provincia para que defendamos las instituciones”. Es el pueblo el único que le puede poner límites a quienes, con vocación de tirano, pisotean el Estado de Derecho con soberbia y autoritarismo para convertir a Catamarca en un feudo y sus pobladores sometidos y dominados”, concluye el escrito.