El Gobierno se disponía anoche (hora local) a anunciar la incorporación del país a la nueva Ruta de la Seda impulsada por China y bautizada “La Franja y la Ruta”. Es el punto más alto de la gira del presidente Alberto Fernández, quien se reunía con su par Xi Jinping en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. La iniciativa china apunta a fomentar el flujo del comercio y las inversiones, que tiene alrededor de 140 países adheridos en todo el mundo, incluyendo América latina. 

En este orden de ideas, se prevé una inversión en dos tramos. Uno ya aprobado por 14 mil millones de dólares bajo el mecanismo del DECCE (Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica) y otro paquete por 9.700 millones de dólares, aproximadamente, que la Argentina presentará en el Grup Ad Hoc creado entre ambos países para iniciar el trabajo tras la adhesión a la Franja y la Ruta de la Seda. Hasta el cierre de esta edición no había precisiones sobre cuáles eran las obras que se iban a financiar. 

Por otra parte, el gobernador Raúl Jalil mantuvo ayer un encuentro con el CEO de Zijin Mining Group Ltd., empresa que anunció recientemente la inversión de 380 millones de dólares para la construcción de una planta de carbonato de litio en el proyecto Tres Quebradas en Fiambalá. 

Según comentó el mandatario, en esa reunión se plantearon dos puntos: “La posibilidad de que se empiece a generar tecnología en Argentina haciendo las baterías de litio y por otro lado, no solamente exportar recursos minerales sino también algo de  la producción industrial”.