Un insólito episodio ocurrió el domingo pasado en la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz: un inspector municipal le clausuró el bombo criollo al músico callejero Miguel Fernández, por no cumplir con una ordenanza que prohíbe el arte, la música y la venta ambulante en la vía pública.

"Lo había comprado el viernes. Lo pude retirar, pero tuve que pagar una multa. En primera instancia me iban a cobrar 11.600 pesos, pero me cobraron 600", reveló el artista en diálogo con Telenoche. Sin embargo, en caso que vuelva a suceder, la pena completará el valor original. En tercera instancia, le pueden confiscar el instrumento y hasta rematarlo.

Al referirse a la inusual situación por la que pasó, Miguel expresó: "Me han pasado cosas de todo tipo, pero nunca que me clausuren el bombo".

Luego, el artista relató cómo fue el accionar de los inspectores. "A la ordenanza nunca me la mostraron, quise que me explicaran pero no me dijeron nada. Llamaron a la Policía y me sacaron las cosas", manifestó.

Sobre la importancia de su trabajo, Fernández aseguró que es de lo que "depende su familia". "La música callejera es la parte más fuerte de mi trabajo. He estado en todo el país, he cruzado fronteras", aseguró, y contó que su compañera vende pan casero.

Miguel se desempeña como músico en la vía pública tocando el bombo criollo, desde octubre de 2021.

Qué dijo el Municipio

Por el lado de la Municipalidad de Carlos Paz, el director de Seguridad Urbana, Roberto Giménez, se refirió al caso: "No está prohibido, pero hay una ordenanza que lo reglamenta. Deben sacar la autorización por intermedio de la Dirección de Cultura". 

Además, aseguró que el joven incumplió con dos ordenanzas vigentes: las de vender pan casero y desarrollar un espectáculo en la vía pública sin las habilitaciones correspondientes.

"No es la primera vez que a esta persona se le avisa. Vive en Estancia Vieja y los vendedores deben tener domicilio en Villa Carlos Paz para desarrollar la actividad", sentenció.