Un nene de 8 años murió luego de ser arrollado por un auto en un camino vecinal de la zona de San Nicolás, departamento Leales, en el este de la provincia de Tucumán, cuando volvía a su casa junto a su familia.
El trágico hecho ocurrido en la tarde del domingo, fue protagonizado por un vecino identificado por los padres del menor, quien según denunciaron habría estado ebrio y trató de escapar del lugar.
El niño fue trasladado al hospital, donde se confirmó su deceso, tras lo cual el cuerpo fue entregado a sus familiares para que fuera velado y sepultado.
Sin embargo, cuando ya se había montado la capilla ardiente, se hicieron presentes efectivos policiales para avisar que el cuerpo del niño debía volver al nosocomio porque no había sido examinado por el médico legista, publicó el medio local Los Primeros.
El pedido acrecentó el dolor y la bronca de los deudos del niño, quienes no entendían las razones esgrimidas por los policías para semejante solicitud.
El malestar fue mayor cuando pasaron las horas con el velorio interrumpido sin que desde la Justicia se les suministrara un vehículo para trasladar el cuerpo del niño.
Finalmente, el traslado se realizó en el coche fúnebre que lo había llevado, consignó la periodista Mariana Romero.
Escuchen esto porque si no fuera que yo estuve ahí, no lo creería.
Ayer, en Leales, Tucumán, un hombre en aparente estado de ebriedad atropelló y mató a Lucas Zárate, un nene de 8 años.
Pero eso fue solo el principio de la tortura que vivió su familia pic.twitter.com/msy6BrkdsH — Mariana Romero (@MarianaR31) September 6, 2021
El cuerpo llegó al hospital pero no hubo inspección y lo llevaron nuevamente a la morgue. Finalmente, este lunes, el padre de Lucas fue informado para poder retirar el cuerpo pero cuando llegó a la morgue, no encontraban el cajón porque había quedado en el hospital.