Reclaman por el cierre de peatonales en un barrio

Las obras impiden la libre circulación de los vecinos por el barrio.
miércoles, 19 de diciembre de 2012 00:00
miércoles, 19 de diciembre de 2012 00:00

Los vecinos del barrio Libertador II -Mil viviendas- solicitaron a las autoridades municipales que detengan la construcción de las obras de construcción que uno de los residentes de la peatonal 23, de apellido Monjes, se encuentra realizando en el sector, ya que obstaculiza la principal vía de acceso a la zona.
El requerimiento, según explicaron los vecinos, se fundamenta en que “la peatonal cortada para una construcción personal de ampliación de frente obstaculiza la principal vía de acceso de los vecinos, así como las salidas de urgencia de algunos de ellos. Por allí transitan actualmente niños al colegio, vecinos a trabajar, vehículos, y servicios tales como policía, bomberos, por lo que impide transitar a personas discapacitadas, ambulancias y a su vez desviar el caudal de agua hacia la calle”. Asimismo, argumentan que con la obra que el vecino ejecuta “se produjo la apropiación del alumbrado público ubicado dentro del espacio en cuestión”.
Entre los motivos del reclamo de los residentes de las Mil Viviendas se encuentra, según señalaron, “la extensión del recorrido para los afectados en caso de urgencias personales, de 30 metros a una distancia de 350 metros para llegar a una salida, aclarando que es para los vecinos afectados por tan despiadada medida, porque el Sr. Monjes creó salida y entrada hacia su casa, por peatonales 23 y 24”.
En el mismo sentido, en la nota que los vecinos presentaron al intendente de la Capital, Raúl Jalil, manifiestan que la obra que realizó el vecino “rompe con un acuerdo vecinal impuesto al ser adjudicadas las viviendas, cuando se planteó desde un comienzo que ningún vecino puede cerrar el paso al peatón impidiéndole transitar libremente al resto de los vecinos”.
Ante la situación planteada, los vecinos solicitan que “de manera urgente el pasaje quede nuevamente habilitado, ya que tiene una antigüedad de treinta años y su uso es considerado por parte de los vecinos y habitantes de barrios aledaños como una vía necesaria y básica de acceso”.
Según comentaron los residentes -y presentaron material fotográfico que respalda lo dicho- la construcción “está realizada con material altamente peligroso y sin las medidas necesarias para la seguridad, ya que está construido con block de una pared derribada y antigua, sin columnas y el encadenado que establece el acuerdo previo entre vecinos”.
Además, progresivamente desde hace un tiempo en las peatonales 11 y 12, a la altura de los laterales entre la parroquia San Pío X, el centro vecinal y el polideportivo, que era un pasaje muy transitado por vecinos del lugar y de los barrios aledaños, se realizaron cerramientos que impiden transitar por el sector.
Los reclamos formales ante la Administración de Obras Particulares “han sido efectuados en tiempo y forma a fin de que las autoridades realicen el derrumbe de las paredes de las diferentes peatonales, y se respete el derecho como vecino y ciudadano”, aseguró el grupo de vecinos afectados.

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