La Navidad ya llegó a medio mundo

Las principales ciudades del planeta se hacen eco de los festejos con instalaciones, proyecciones y arbolitos.
lunes, 24 de diciembre de 2012 00:00
lunes, 24 de diciembre de 2012 00:00

El mundo vive un clima de festejo en esta Navidad. Algunas de las ciudades más importantes esperaban su llegada con distintas apuestas estéticas. Desde árboles con adornos, hasta instalaciones eléctricas, pasando por ventanas de edificios con decoración temática. Desde el mediodía argentino, los países oceánicos y orientales iniciaron la celebración del 25 de diciembre.

El Londres, el electricista Alex Goodhind montó un parque electrónico temático en. Para ello usó cerca de cien mil lamparitas y una máquina de nieve. La insatalación recauda fondos para un hospicio local

Emplazado en la laguna Rodrigo de Freitas, el árbol navideño de Río de Janeiro es el más grande del mundo que se erige sobre el agua. La estructura alcanza los 85 metros.

Un clásico navideño es el árbol emplazado en el Rockefeller Center. Con 24 metros de alto, está adornado con cristales Swaroski y está ubicado en el corazón de Nueva York.

En Suiza, un Papá Noel gigante vigila el pueblito de Saint Niklaus (Santa Claus). La reproducción supera los 70 metros de altura.

En España, Sevilla celebra los 16 siglos de vida con una iluminación especial y proyecciones en 3D, en su Ayuntamiento.

En tanto, el Akasaka Grand Prince Hotel de Tokio eligió decorar uno de sus laterales con un arbolito navideño luminoso de cien metros de alto.

La celebración cristiana

Por su parte, miles de cristianos palestinos, peregrinos y curiosos se congregaron en Belén para festejar, cada uno a su manera, la llegada de la Navidad, que comenzaba por la noche con la Misa del Gallo junto a la Basílica de la Natividad.

La Plaza del Pesebre, corazón de la ciudad, estaba abarrotada desde el mediodía para presenciar el último tramo de la travesía desde Jerusalén del Patriarca Latino de Jerusalén, Fuad Twal, máxima autoridad católica en Tierra Santa.

El arzobispo jordano se aproximó a la iglesia bendiciendo, saludando con la mano entre una nube de incienso y deseando felicidad a todos en árabe, antes de entrar por la Puerta de la Humildad, tan pequeña que obliga a cualquiera que la cruza a inclinarse.

Twal concluía así su tradicional peregrinaje, que comienza escoltado por la Policía israelí y continúa por la de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), una vez al este del muro de separación israelí en el territorio ocupado de Cisjordania.

Como cada 24 de diciembre, Belén rezumaba celebración, con muchos jóvenes, tanto cristianos (que suponen un tercio de la población de la ciudad) como musulmanes, vestidos con sus mejores galas y bien engominados, ellos, y maquilladas, ellas.

La plaza está decorada con un gran globo con los colores de la bandera palestina y el bordado de una kefia (el pañuelo típico de la región que popularizó para el mundo Yaser Arafat) en el que se leía "Merry Christmas" (Feliz Navidad).

Frente a la Basílica, un árbol de quince metros de altura decorado con numerosas bolas rojas de distintos tamaños y una estrella de metro y medio en la copa presenciaba en silencio durante horas el desfile de decenas de grupos locales de boyscouts.

Marta Navarros Correa, monja argentina de las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado, pertenece al grupo.

"Estar aquí hoy es una gracia inmensa de Dios porque tiene la espiritualidad de la encarnación", dijo a Efe frente a la Basílica y en su primera Navidad en Tierra Santa, pues vive en Belén desde hace apenas dos meses.

Con sonrisa imborrable y rodeada de las otras dos religiosas de su congregación que residen en la ciudad de forma permanente, la también argentina Clementina y la italiana Silvia, Navarros subraya "lo cotidiano de la maravilla" que supone festejar la llegada al mundo de Jesús justo allí donde la sitúa la tradición.
 

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