Ayer se llevó a cabo la primera ablación multiorgánica del año en la provincia a una nena de 12 años, en el hospital de niños “Eva Perón”. 
La paciente se encontraba internada en el nosocomio infantil con muerte cerebral, luego de la aceptación de los padres de la menor se llevó a cabo el protocolo en el que participaron profesionales del hospital de niños local junto a un equipo del hospital “El Cruce- Dr. Néstor Kirchner de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.
Los médicos, luego de varias horas ablacionaron el hígado, riñón  y córneas, los primeros fueron trasladados a Buenos Aires, mientras que las córneas serán destinadas a pacientes catamarqueños que se encuentran en la lista de espera por el trasplante del órgano.
El director del hospital de niños “Eva Perón”, Miguel Ángel Morandini explicó al respecto: “En la madrugada de hoy -por ayer-, alrededor de las 4 de la mañana, se realizó una ablación multiorgánica de una niña de 12 años con muerte cerebral que estaba internada en terapia intensiva del hospital de niños.  El equipo de ablación pertenece al hospital El Cruce de Buenos Aires y los órganos que se ablacionaron fueron hígado, córneas y riñón”.
Asimismo, el director del nosocomio agradeció el trabajo realizado en la madrugada de este viernes y dijo que “el año pasado se realizaron cuatro ablaciones, este es el primero de este año. Agradezco la profesionalidad y capacidad del hospital en los servicios de Terapia y Quirófano que participaron del operativo, como además instrumentadores, anestesistas y el médico de guardia”.
 En diálogo con El Esquiú.com, el responsable del hospital pediátrico agradeció “a todo el equipo del hospital, porque esto se hace con la gente que está de guardia, que serían los médicos de Terapia Intensiva con el equipo de enfermería, y agradecer al equipo de instrumentadores y anestesistas, quienes realizaron la apoyatura técnica para que se pueda llevar a cabo esta ablación”.
En relación con la acción de los padres de la paciente, señaló: “Valoro el gesto altruista, de generosidad de estos papás que, inmersos en el dolor, aceptaron la donación de órganos de su hija”.