Editorial

Silencio y palos

miércoles, 13 de octubre de 2010 00:00
miércoles, 13 de octubre de 2010 00:00

Hace diez años que un grupo de mujeres trabajan como auxiliares de Educación en diversos establecimeintos del medio. Una década en la cual el Estado provincial tuvo presupuesto suficiente como para nombrar centenares de asesores y funcionarios de los más altos niveles. Una década en la que se invirtieron millones en campañas proselitistas, en viajes y toda clase de gastos.
Por alguna razón, nunca el dinero fue suficiente para ofrecerles a estas mujeres un trabajo estable y un sueldo digno.
Para reclamar contratos, iniciaron una protesta frente a Casa de Gobierno. Pasaron días, semanas y meses sin que se les ofreciera una solución.
65 días con sus noches de protesta pacífica, esperando que alguien se dignara a atender su situación, como trabajadoras y madres. Todo lo que encontraron como respuesta fue el silencio, la indiferencia.
El martes, las mujeres cortaron la calle República para ser escuchadas. Y entonces tuvieron su segunda respuesta: los palos. La División Infantería de la Policía de la provincia las sacó a golpes.
¿Quiénes son los verdaderos responsables de estos inaceptables actos de violencia? ¿Las manifestantes que cortaron la calle o las autoridades que durante 65 días no les respondieron?
La táctica de apostar al cansancio, a que el tiempo pase y los conflictos se resuelvan por sí mismos o desaparezcan, no suele dar buenos resultados. Por el contrario, la lógica indica que lo más probable es que se desemboque en un conflicto mayor, como sucedió aquí.
Ayer las ordenanzas fueron recibidas en Casa de Gobierno. Una respuesta tan adecuada como tardía.
 

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