La designación de Marcos Denett en Energía Catamarca SAPEM, adelantada en forma exclusiva por El Esquiú.com al igual que la renuncia inicial de Mario Mayorga, resultó una perfecta carambola dentro del juego que lleva adelante Lucía Corpacci. Por una parte, deja atrás el conflicto político que se inició -con el tratamiento del pliego del ex fiscal de Estado- en la Cámara de Senadores y se prolongó, posteriormente, al máximo nivel de la Justicia provincial y, por el otro, cubre la vacante que dejó en la empresa eléctrica la salida de Eduardo Andrada. La movida, conforme a la observación de quienes se mueven cerca de la gobernadora, sería un paso previo a otros movimientos, uno de los cuales tiene como eje de controversias al ministro Francisco Gordillo.
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El pase de la Fiscalía de Estado a la EC SAPEM, contrariamente a lo que muchos piensan, no se trata de una devaluación para Marcos Denett. Prestar servicios dentro del organismo que conduce Guillermo Dalla Lasta puede convertirse en un gran desafío, toda vez que los servicios públicos son preocupación permanente de Lucía Corpacci quien, apenas asumió, aseguró que su atención iba a ser política de Estado de su gobierno. Y en homenaje a la verdad, a pesar de comentarios tan aislados como mal intencionados, los progresos que se observan en la materia son importantes.
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Aun cuando se demoró la puesta en marcha de la línea San Martín-Divisadero, con sus más y sus menos, hay respuestas frente a las altas temperaturas que se registran en esta época. También se avanzó muchísimo en la regularización de conglomerados donde los vecinos estaban “colgados” y se realizaron acciones políticas y sociales dignas de ser imitadas. Observar continuidad en este sentido, de la mano del trío Dalla Lasta-Denett-Berrondo, se puede convertir en un éxito político de mediciones impensadas. No olvidemos que el funcionamiento de los servicios, aparte de su importancia para la industria y el comercio, condiciona el humor de la gente.